domingo, 30 de noviembre de 2008

Curiosidades en los medios


Por María Graciela Rodríguez
¿Cómo tramitan las representaciones de los medios la aparición del “otro” en la escena común de la sociedad? ¿Cómo construyen a quienes se apartan de los cánones trabajosamente legitimados año tras año? ¿Son realmente “transparentes” en esa construcción? ¿Pueden los medios denunciar la dominación sin traicionar sus propios intereses? ¿O en verdad “usan” a la “cultura” para esconderlos?
Mariana Alvarez está llevando a cabo una investigación sobre la representación mediática de los jóvenes. Adolescentes para ser más precisos. Mariana observó las imágenes que la televisión muestra de ellos focalizando en las ocasiones en que los adolescentes consumen sustancias psicoativas. Y vio esto: los que toman drogas de diseño aparecen en grupo, o bien bailando en escenarios cerrados rodeados de detalles que los ligan a la fiesta, o bien abandonando los boliches en sus camionetas 4 x 4. Nunca hay primeros planos. Los graphs comentan, a lo sumo, la posibilidad del “exceso”. Contrariamente, los escenarios que enmarcan a los “paqueros” son muros despintados o escalinatas de edificios públicos. Sus rostros en primer plano están pixelados, para proteger sus identidades, a pesar de lo cual muchas veces el cronista les pregunta nombre y apellido (¿?). La televisión invariablemente los muestra recostados y de noche, y como habitualmente las tomas se hacen con cámaras ocultas o infrarrojas, las imágenes se vuelven opacas y amarronadas. Los graphs, claro, hablan de delincuencia, abandono y prostitución. Curioso, ¿no? Curioso que en ambos casos se trate de sujetos de la misma franja etaria realizando el mismo tipo de actividad prohibida.
Sebastián Settanni investigó los modos en que un diario “centenario” representaba a ciudadanos protestando y comparó tres momentos: en 1996/97, cuando se producían los cortes de ruta en el sur del país; en 2002, durante un corte a uno de los accesos de entrada a la ciudad de Buenos Aires, y en 2004, cuando las protestas tenían lugar centralmente en la ciudad capital. Y vio esto: en 1996/97, cuando los desocupados que protestaban estaban “lejos” de la Capital, se los calificaba como pobres ciudadanos que peleaban ante su expulsión del sistema productivo. A medida que los cortes se acercaban a la gran ciudad, el diario centenario comenzó a cubrir estas acciones de protesta adjetivando a los mismos ciudadanos, entre otras cosas, como incivilizados. Curioso, ¿no? Curioso que las mismas acciones fueron calificadas de modos diferentes según la cercanía con Buenos Aires.
Mauro Vázquez está investigando la representación que producen los medios de grupos de migrantes limítrofes. Se detuvo en los programas del “nuevo” periodismo televisivo documental. Y vio esto: en las representaciones que estos programas construyen de las otredades migrantes el espacio de las voces lo ocupa casi en su totalidad el conductor, mientras del lado de los entrevistados se escucha poco más que el silencio. Además, el conductor es quien aprueba con paternalismo sus costumbres (comidas, fiestas, rituales), lo cual produce un sobretrazo “cultural” que diluye la dominación. La vida de los migrantes es silencio. O, en su defecto, cultura. Curioso, ¿no? Curioso que para estos programas estos “otros” sólo sean documentables desde el silencio o desde sus costumbres.
Las investigaciones de estos académicos jóvenes, cursando sus maestrías en nuestras universidades nacionales, señalan hacia una mediación particular: la que producen los medios cuando “traducen” en relatos e imágenes la aparición de un “otro” en la escena social. En esas mediaciones, el conflicto, es decir, aquello que no se puede decir, se recubre con pinceladas “culturales”. Así, los límites de la explotación reingresan como cultura; y en su historicidad se va configurando un régimen de visibilización e invisibilización que oscila entre la discriminación, la xenofobia, la explotación laboral, las apuestas políticas, las disputas por la legitimación, los proyectos de nación.
Fronteras simbólicas que se construyen en la minucia del discurso cotidiano; dibujadas en el trazo de un conflicto que, entonces, se “culturaliza”. De este modo se va naturalizando la desigualdad. Muchos adolescentes consumen sustancias psicoactivas, pero los “paqueros”, además, delinquen y se prostituyen; es legítimo que los ciudadanos protesten cortando rutas, siempre y cuando no lo hagan en el territorio de la civilizada Buenos Aires; los migrantes son pobres pero bailan y comen, y si no hablan es porque son tímidos.
No hay “transparencia” en esa construcción, más allá de toda ilusión de que sí la haya. Así, sutilmente, por la vía de los mecanismos de atribución de las diferencias (culturales) que producen los medios, la dimensión de la dominación se vuelve un exotismo, presentado a través de sesgos culturales. Y lo que se termina legitimando es la desigualdad.

María Graciela Rodríguez
Doctora en Ciencias Sociales, UBA.

Sandra Russo: Los Poetas



Hay que cuidar la idea de la batalla cultural para que no se convierta en un lugar común, en un entremés del habla pública, en una zona habilitada para vehículos todoterreno. Hay que cuidarla del lugar común porque los lugares comunes, en el lenguaje, diariamente llevan a cabo su paradoja: cuanto más comunes y frecuentadas son algunas expresiones, menos se cree en ellas; dejan de ser palabras dichas por personas, para convertirse en implantes siliconados del discurso.
Dicho esto, me pregunto: ¿qué tan importante es para nosotros la poesía? Me lo pregunto no internándome en un altillo a leer a Pessoa o Ungaretti sino saliendo a la calle. Me lo pregunto, por ejemplo, en un patio de comidas de un shopping. ¿Qué tan importante es para nosotros la poesía? O en una sala de espera de dentista, o en la peluquería. Hace unos años hubo un cambio de tendencia, y en las peluquerías clase A hay revistas de actualidad, pero también de diseño y arquitectura. Todas las mujeres leemos, en la peluquería, las de actualidad; nunca vi a nadie leer las otras. En los consultorios médicos, en cambio, lo que hay son revistas dominicales de diarios, y revistas de actualidad muy viejas: uno allí lee cómo se enamoraban los ídolos que ya se separaron. ¿Qué tan importante es para nosotros la poesía, visto y considerando que a pesar de cómo seamos y qué pensemos y dónde vivamos y a quién votemos la poesía sigue siendo la palabra que usamos en el racimo de momentos inenarrables que a cada uno nos toca? ¿Es absurdo, por ejemplo, exhortar a los peluqueros y a los médicos a que ofrezcan para esas esperas libros de poesía? ¿No estaría bueno convertir esa espera en la oportunidad de un hallazgo?
Hace unos años, cuando era legislador porteño, el querido Elvio Vitali presentó el proyecto de la Pensión para los Escritores y Escritoras de Buenos Aires. La Comisión de Cultura acaba de dar dictamen favorable, pero, ¿adivinen qué? Ahora el asunto lo debate la Comisión de Finanzas. El recorrido probable del proyecto que intenta socorrer y amparar sobre todo a los poetas es el que siempre experimenta la cultura cuando se enfrenta con las finanzas: pierde. La cultura solamente tiene chances si las finanzas están pensadas en función de una política. Por eso me pregunto qué tan importante es para nosotros la poesía, haciendo un paneo rápido por las historias de esas decenas de hombres y mujeres que en toda época, pero sobre todo en las recientes, cultivaron un arte que iba a contracorriente de todo: del mercado editorial, del gusto general, de los respectivos gobiernos, de las tendencias literarias, de los beneficios económicos, de la fama, de los contratos, de la aprobación del padre y de la madre. Hombres y mujeres que custodiaron la poesía argentina para que tengamos una. ¿Queremos o no que haya una poesía argentina? De los poetas podemos esperar poesía, pero por qué esperamos tanto, tanto sacrificio. Nunca son poetas que viven de la poesía. Nunca es gente que trabaja de lo que sabe. Nunca pueden alimentar a sus familias o comprarse un saco con el trabajo creativo que eligen y para el que están dotados. Esos hombres y mujeres han sido y son torneros, empleadas administrativas, cajeros de banco, traductoras, gestores, cualquier cosa, se han ganado la vida como pudieron, casi nunca nombrados los Empleados del Mes. Muchos de ellos y ellas contrajeron con la poesía un compromiso que los condenó a una vejez sin red, sin reconocimiento, ni serenidad.
Me pregunto qué tan importante es para nosotros la poesía, porque como sociedad maltratamos tanto a los poetas que parece que no nos importara. Y sin embargo, pensemos como pensemos, en nuestras vidas privadas, en lo hondo, en lo que no le contamos en nadie, yo creo que siempre estamos esperando la dosis de poesía que nos corresponde. O que guardamos allí, en el motor que nos empuja cada día a hacer las cosas, los dos o tres momentos en los que la poesía se nos hizo presente y nos sentimos seres extraordinarios, de otro orden.
Lo de la batalla cultural y los lugares comunes, que mencioné al principio de esta nota, obedecían a que es necesario leer el tratamiento de este proyecto de ley desde esa perspectiva. En la batalla que perdimos, en la que idolatró el consumo desenfrenado y la desaprensión social, también perdieron los poetas. Ahora hay una oportunidad de reparar ese abandono. Deberíamos tratar a los poetas como a lo que ellos hacen, como a lo que ellos mantienen vivo, y sí nos importa y sí nos refleja. Eso que nos permite ver lo invisible, oír lo inaudible y asistir a la fiesta a la que no nos invitaron. Como en este poema de uno de los enormes y olvidados poetas argentinos, Edgar Bayley:

Los desiertos reales
Los desiertos reales
los mares imaginarios:
no hay palabras para elogiar a esta magnolia
tampoco hay forma de destruir las palabras
ni el oficio de florista.
(Guarden compostura:
en la soga de colgar se agita la flor blanca)
una tez de flores de cerezo:
la última gota de sangre
los desiertos reales
los mares imaginarios
no pueden compararse a esta magnolia.

Sandra Russo
Fuente: Diario "PáginaI12", 28.11.2008
http://www.pagina12.com.ar/

Rolando Revagliatti: 2 breves y unas líneas


Revagliatti en Chascomús


NI POMPA DE JABÓN

Conmigo, a la final, no pasó nada
Mucha nada pasó, a la final, conmigo
Por mí pasó, desde un principio, la mucha
nada

Ni siquiera
ni por asomo
temporariamente
fui un "bluff".




NO PORQUE


No porque busque el halago fácil
soy fácil

ni porque sea complaciente
complazco

No porque sólo me tengas a mí
te tengo.

Rolando Revagliatti
revadans@yahoo.com.ar
http://www.revagliatti.com.ar/
http://www.triplov.com/



Estas líneas son para informar que ya se encuentra disponible la edición electrónica de “Revagliatti – Antología Poética”, con selección y prólogo de Eduardo Dalter y diseño integral de Mirta Dans, formando parte de la colección de libros-e Recitador Argentino:

http://www.revagliatti.com.ar/antologia_e.html
http://www.revagliatti.com.ar/index.htm

La selección abarca los quince poemarios publicados por el autor antologado y una muestra de poemas inéditos.
Será en enero de 2009 cuando se hallará editada en soporte papel a través del sello La Luna Que.
Desde luego, mucho agradeceremos por la difusión de esta gacetilla.

Libros: Petróleo, de Pier Paolo Pasolini


Petróleo, de Pier Paolo Pasolini. Ed. Seix Barral, año 1993. Tamaño 21 x 14 cm. Traducción de Atilio Pentimalli.
Petróleo es la historia de un individuo, Carlo, que es a la vez dos personajes: un poderoso ingeniero y un hombre de pueblo. Ambos viven en una Italia cuyo cuadro de corrupción política en entidades industriales públicas con conexiones mafiosas y neofascistas anuncia turbadoramente la más conflictiva realidad italiana actual. Pero en el fondo hay además una fractura incurable entre Historia y biografía íntima, entre apuntes sociológicos y fantasías eróticas. Jamás se encuentran esas dos vidas desquiciadas, inquietamente paralelas: la conjura fascista y el sexo doble de Carlo Valletti, que seduce a su madre, sus hermanas, su abuela, una amiga de la abuela, la criada, una hija de la criada, y disfruta con una multitud de muchachos una noche romana seca y olorosa como un mediodía, y es un exhibicionista en la estación de Turín, lugar más tarde de una masacre fascista de la que el otro Carlo, callando, será cómplice. Es preciso tener en cuenta que, en contra de lo que a menudo se piensa, Pasolini nunca añoró ideológicamente el pasado o, en todo caso, que su nostalgia no es un deseo de volver atrás. Pasolini señala una cuestión fundamental: Inglaterra o Francia se modernizaron gradualmente, mientras que Italia vivió una industrialización vertiginosa a partir de 1944, fecha hasta la cual había sido un país rural regido por patrones decimonónicos. Este cambio acelerado –no ha habido desarrollo sino progreso, decía– provocó una profunda fractura social: los hijos son muy distintos de sus padres. Naturalmente, siempre hay y debe haber una lucha entre padres e hijos, pero antes era un conflicto basado en la dialéctica. Los hijos actuales, sin embargo, se han enfrascado en una lucha muda, ya no quieren discutir con los padres y han convertido la juventud en un gueto que el mercado ha sabido aprovechar, transformándolo en una categoría de consumidores. Esto es exactamente lo que ha sucedido a partir de los años noventa en Italia y en todo Occidente. En Petróleo, Pasolini escribe que cuando se ha comprendido que todo es inútil, que no hay nada que hacer, se adquiere una sonrisa especial, los ojos brillan con una luz nueva y aún es posible enseñar algo a los demás. Pasolini intenta eludir el peligro del nihilismo de un modo similar al que propone el último Foucault cuando habla de una tecnología del yo, un «cuidado de sí» casi físico que va más allá de la vieja terapia psicoanalítica y que implica la construcción cotidiana de uno mismo. Habrá quien diga que esto desemboca en una forma de esteticismo pero, en todo caso, se trata de un esteticismo que no pretende solucionar dialécticamente los problemas sino que tiene presente la negatividad, el problema de la nada y de lo trágico. Aparecida póstumamente en Italia hacia octubre de 1992, esta es la obra más ambiciosa y vasta de Pasolini. Según todos los indicios, el escritor empezó a trabajar en esta novela en enero de 1967, y se dedicó a ella, con creciente actividad, hasta el momento mismo de su muerte. Sus declaraciones no dejaban duda respecto a la importancia que atribuía al libro: «Lo que he hecho desde que nací no es nada, en comparación con la obra gigantesca que estoy llevando a cabo», decía en diciembre de 1974, y en enero de 1975 precisaba: «Contiene todo lo que sé, será mi última obra». En la concepción de Pasolini, Petróleo debía presentarse como «la edición crítica de un texto inédito», y lo ha sido doblemente, pues el asesinato del escritor ha requerido que los editores se enfrentaran al reto de publicar del modo más fidedigno posible un libro de importancia capital al que su autor no había dado la última mano. El hecho de que Petróleo fuera concebido de entrada como un libro inacabado y fragmentario, requerido de edición crítica, ha hallado singular y trágico acomodo en las circunstancias que han rodeado su labor de edición. Nuevo, 588 págs. Precio: 60 pesos.

En venta en:
EL EXTRANJERO
Libros y cine del mundo
http://www.librosycine.com/
Av. Forest 447. Ciudad de Buenos Aires. Tel. 4554-8999

Esa costumbre de creerse mejor que el otro



El Inadi conformó el primer mapa de la discriminación en el país, que evidencia el qué, cómo y dónde del prejuicio argentino. El 30 por ciento fue discriminado alguna vez.

Por Andrés Osojnik

Tres de cada diez argentinos fueron discriminados alguna vez. Cerca de cinco presenciaron un acto de discriminación. Pero apenas seis de cada cien hicieron alguna denuncia o conocen a alguien que la haya hecho. Estos son los datos centrales de una investigación que llevó a cabo el Inadi durante un año y medio en todas las provincias y la ciudad de Buenos Aires para conformar el primer mapa de la discriminación en el país. El estudio evidencia otra situación preocupante: el 70 por ciento de la sociedad se caracteriza por tener pensamientos o prácticas discriminatorias. Es decir, siete de cada diez argentinos discriminan.

La encuesta, cuyos resultados serán presentados oficialmente hoy, se desarrolló desde diciembre de 2006 hasta junio de este año. Participaron varias consultoras: Analogías, CEOP, OPSM y Ricardo Rouvier y Asociados y tuvo como objetivo conocer las percepciones y representaciones en relación a la discriminación, las prácticas discriminatorias y los prejuicios en el país. “Es la primera vez que se recorren todas las provincias para tener un panorama de la discriminación –explicó María José Lubertino, presidenta del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo–. Esto será una hoja de ruta que guiará la formulación de las nuevas políticas públicas sobre el tema” (ver aparte).
La encuesta se basó en datos individuales de percepción, pero también indagó en prácticas discriminatorias en los medios de comunicación, en oficinas públicas, empresas y centros de entretenimientos de todo el país.
Según el informe, la percepción de prácticas discriminatorias está presente en la sociedad argentina de manera muy fuerte: más del 80 por ciento de los consultados considera que en la Argentina se discrimina mucho o bastante. Entre las provincias con mayor percepción figuran Neuquén, Catamarca, Chaco, Formosa y La Pampa. En el otro extremo están Tucumán y Entre Ríos.
El grupo que más padece los prejuicios y la discriminación está conformado por las personas en situación de pobreza: alrededor del 75 por ciento de los encuestados reconoció que se las discrimina “mucho” o “bastante”. El 67 por ciento consideró que se discrimina “mucho” o “bastante” a las personas con sobrepeso; casi el 62 por ciento, a las personas con enfermedades contagiosas, y el 52 por ciento, a las personas con discapacidad.
“La alta discriminación por pautas estéticas, principalmente la obesidad, fue una sorpresa que brindó el estudio: no estaba en el imaginario que ese grupo concentrara una de las mayores percepciones de discriminación”, indicó Lubertino.
Frente a la pregunta de si alguna vez fue víctima de algún acto discriminatorio, el 32 por ciento de los consultados contestó que sí. El Litoral (Misiones, Entre Ríos y Corrientes) constituye la zona donde se percibe mayor nivel de discriminación (42,3 por ciento). Por encima de la media nacional figuran además Neuquén, Tucumán y el Gran Buenos Aires.
El índice de la vergüenza
Los datos de la investigación permitieron elaborar el “índice de discriminación”: se trata de un valor de entre 0 y 10 puntos donde un puntaje mayor indica menor nivel de concepciones discriminatorias. El índice fue conformado sobre la base del acuerdo de los entrevistados en torno de un conjunto de frases que remiten a probables situaciones de discriminación.
Por ejemplo, ante la afirmación “la mayoría de los delincuentes no tiene recuperación”, un 47 por ciento de los encuestados consideró estar de acuerdo. Las cifras mayores se registraron en Córdoba (61,5 por ciento) y la menor proporción (29,5 por ciento) lo hizo en Capital Federal.
Otra frase fue “si mi hijo fuera homosexual debería llevarlo a un profesional de la salud”: casi el 40 por ciento respondió que coincide. Las cifras más abultadas se dieron en San Luis (60 por ciento), Salta (54,4), La Rioja (52,6) y Misiones (52,2%). Con el 23,3 por ciento, Tierra del Fuego tuvo el porcentaje inferior.
“Las/os trabajadoras/es que vienen de países vecinos les quitan las posibilidades a los trabajadores argentinas/os” fue otro de los conceptos consultados: el 44,5 por ciento dijo que eso es verdad. Es más, un 51,4 dijo identificarse con la frase “la Argentina debe ser sólo para los argentinos”, en contraposición con la afirmación: “La Argentina debe estar abierta a todo el mundo que quiera”.
Así, el índice mostró que un 70 por ciento de la sociedad discrimina, es decir, que se caracteriza por tener pensamientos o prácticas que segregan. Ese porcentaje está conformado por un “núcleo duro” que se posiciona con una alto nivel de prácticas discriminatorias. El resto (un 55 por ciento), se ubica en un nivel medio. En el mapa nacional, las provincias con menos niveles de discriminación, según ese índice, son Santa Cruz, La Pampa, Río Negro, Santiago del Estero, San Juan y Neuquén. Los distritos con valores más preocupantes son Corrientes, Catamarca, Salta y Jujuy. En la ciudad de Buenos Aires, el “núcleo duro” se reduce al 6 por ciento, el nivel medio llega al 67 por ciento y el porcentaje con menores actitudes discriminatorias es de 27.
La investigación también indagó en los ámbitos donde se discrimina. La escuela obtuvo uno de los valores más altos. “¿En qué medida la televisión reproduce prácticas discriminatorias?”, fue otra de las consultas. El 44,6 por ciento respondió “mucho” o “bastante” y un similar 44,3, “poco” o “nada”.
Las entrevistas fueron domiciliarias, con un universo de población de 18 a 74 años, de ambos sexos y seleccionados según cuotas de género y edad. “Este mapa nos permite conocer la realidad provincia por provincia, municipio por municipio. Conociendo la situación en cada lugar, en cada ámbito, podremos en conjunto con las autoridades locales encarar las políticas públicas necesarias para revertir las actitudes y las creencias discriminatorias”, señaló Lubertino. Hay indicadores que son favorables para esa tarea, de todos modos: más de cinco personas de cada diez conocen que la discriminación puede ser denunciada judicialmente, cerca de cinco de cada diez sabe de la existencia de una ley nacional contra la discriminación y más de siete de cada diez señala que el gobierno nacional debería darle una importancia significativa al tema.

Andrés Osojnik
Fuente: Diario "PáginaI12", 26.11.2008
http://www.pagina12.com.ar/
Foto: Daniel García

La Foto

Pasando en Limpio
El fotoperiodismo se convirtió en mi pasión cuando tropecé con algunas imágenes de Henri Cartier-Bresson. Años más tarde, cuando hacía mis primeras experiencias en la profesión, tuve la suerte y la dicha de conocer a Jorge Aguirre, quien a través de sus extraordinarias fotografías y en algunas pocas conversaciones me orientó en un camino del que he tratado de no apartarme: el de la imagen comprometida con la información, la estética y la opinión.
Al descubrir un poco más adelante a W. Eugene Smith se cerró la trilogía. Son, para mí, los tres mejores fotógrafos y marcaron mi vida profesional en forma decisiva.
A Aguirre, a quien considero el mejor fotógrafo argentino de todos los tiempos, podía escucharlo, ver sus imágenes y luego caminar –literalmente- por los mismos escenarios de sus hazañas fotográficas. Puedo decir que Aguirre me enseñó a mirar.
No lo voy a citar pues nunca grabé nuestras conversaciones y en honor al rigor informativo y considerando los muchos años que han pasado estaría dando más una interpretación mía de aquellas charlas que sus palabras exactas.
Deseo en cambio compartir las ideas de Henri Cartier-Bresson y W. Eugene Smith, quienes afortunadamente han dejado sus testimonios y cuyas ideas, aunque muy conocidas, a menudo parecen olvidadas.
(…) “La fotografía no ha cambiado desde su origen excepto en sus aspectos técnicos, que para mí no son de importancia principal”
(…) “La fotografía manufacturada o escenificada no me interesa” (…)
(…) “Uno debe tomar fotos con el mayor respeto por el tema y por uno mismo”…
(…) “Fotografiar es poner la cabeza, el ojo y el corazón sobre un mismo eje”…
Henri Cartier-Bresson

(…) “Creo que el fotoperiodismo es fotografía documental con un propósito. Creo que lo único erróneo de la palabra documental es que da a algunos la idea de que se pueden hacer fotos absolutamente aburridas de los ingredientes de algo, en lugar del corazón de algo”.
(…) “Cuando se suicidó mi padre yo estaba haciendo fotos para el diario que informó sobre su muerte, y deformaron su suicidio hasta el punto que comprendí que yo no podría trabajar en semejante profesión… pero alguien señaló una verdad muy simple: una profesión no es intrínsicamente honesta, pero quienes la practican pueden serlo. He tratado de seguir esa idea.”
W. Eugene Smith

A veces es mejor apelar a palabras de otros para definir con precisión lo que uno piensa. Pero lograr llevarlo a la práctica con imágenes contundentes, como ellos lo hicieron, es un objetivo mucho más difícil de alcanzar, casi imposible.
Daniel García

EspacioFoto del FCU. (Ejido 1444 esq. Mercedes)
La muestra permanecerá abierta hasta el martes 30 de diciembre. Horario de visita, de lunes a viernes de 9.30 a 22.00 hs, sábados de 10.00 a 18.00 hs.
Foto Club Uruguayo
(0598 2) 900 54 15 Ejido 1444
http://www.fotoclub.org.uy/

Fuente: óbolo cultural
obolocultural@gmail.com
Sujeto Mediático

Somos un grupo de profesionales provenientes de diferentes disciplinas que estudiamos hace ocho años la Subjetividad Mediática en el CEIMS (Centro de Estudios e Investigaciones en Medios y Semiología de la Vida Cotidiana). Este año 2008 hemos comenzado a publicar nuestras ideas en una revista electrónica a la cual llamamos Sujeto Mediático. El link es www.sujetomediatico.com.ar .

Hemos publicado el primer número y estamos invitando a publicar en el segundo que lleva por título: Subjetividad(es) en ascuas. Quisiéramos convocar a quienes estén estudiando este tema y tengan deseos de publicar sus escritos. Como el espacio literario que usted ha fundado y dirige comparte nuestro estilo

Invitamos a ud. por este medio a conocer nuestra revista y le solicitamos tenga a bien a través de La Máquina de Escribir informar sobre la existencia de la revista y de la convocatoria para publicar. El link es:
http://sujetomediatico.com.ar/convocatoria2.htm

Lic. Liliana Iglesias
Miembro del comité editor de la revista Sujeto Mediático
lbiglesias@gmail.com

Delfina Acosta: Adiós definitivo a las cartas



Yo recuerdo las cartas de antes, como muchos lectores las recordarán, pues las hacían, con su puño y letra. A veces, después de un quince días de espera, llegaba el cartero y traía los mensajes tan aguardados.
Rompíamos el sobre rápidamente, partiendo los rostros de los héroes de las estampillas.


Buscábamos las letras queridas.

Y los párrafos decían que la comida no estaba a tono con el gusto, que se tenía nostalgia del Paraguay, y que ya no se veía la hora de estar de regreso, con los pies en la casa.

Con los amigos de Europa, se mantenía una correspondencia irregular, que se volvía penosa, por supuesto, pues la duda se hacía silenciosamente presente entre carta y carta.

Y nos contaban nuestros amigos del extranjero que tenían deseos de conocer este país donde la gente era naturalmente amable y sencilla.

Luego estaban esas otras cartas, las misivas amorosas, apasionadas, donde el amor fluía por todas las letras y hacía nerviosas algunas palabras que entonces salían mal escritas.

Había que tachar términos, escribir encima de las frases, echar mano a una flecha para orientar al destinatario sobre la intención completa de la expresión.

“Llegué a extrañarte mucho por estos días. Desde el lunes no ha parado de llover. A la lluvia se sumó que estoy casi sin dinero y ni siquiera puedo salir. Me dices en tu última carta, que me llegó hace ocho días, que también me extrañas. Sé que yo te extraño más. Por aquí, mamá y papá están bien de salud y de ánimo; sólo tía Guadalupe es la que sigue con sus problemas pulmonares. No quiere dejar de fumar...”

Y así se deslizaban aquellas epístolas, con letras cursivas, y algún que otro arreglo vistoso de flores y corazones atravesados por flechas al término de la escritura.

Extraño esas cartas. También siento nostalgia por las visitas a la dirección del correo.

Ahora todo ha cambiado: ya tienes a tu alcance el orkut y el e-mail. Donde dice asunto puedes poner cualquier palabra que te venga en mente como “dinero”.

Los mensajes son rápidos, expeditivos, habiendo tantas cosas que decirse.

“Cuando tenga más tiempo te escribo más largo”, te dicen los amigos que viven al otro lado del mar. Pero esa es una promesa ejemplar que nunca se cumple. Jamás hay tiempo.

La redacción ha perdido su estilo. No hay lugar para la melancolía ni para las añoranzas. Todo gira en torno a una existencia que la tecnología ordena y desordena periódicamente.

“Gracias por tus líneas. Eres muy amable”, te contesta alguien a través de un mensaje electrónico.

Y luego nada.

Nos sentimos informados y casi a tono con lo que pasa en el resto del mundo; eso es cierto. Pero aquellas cartas que venían a nosotros desde un lugar remoto del mundo, o desde un lugar no tan remoto, y que movilizaban nuestros nervios y nuestras esperanzas en torno a un sentimiento, y que guardábamos en un cajón de cartón, se han muerto.

Ya no hay redactores para ellas.

Ya no hay lectores, tampoco.

Ya no hay quienes escriban las líneas fantasiosas, conspiradoras y amables para un papel de rayas que el tiempo volverá amarillo.

Delfina Acosta
delfina@abc.com.py

Azpeitia: Los nombres tienen cuerpo



Los nombres tienen cuerpo...
Los nombres son palabras,
son materia.
Hay nombres que están huecos
sin esencia.

Palabras que asesinan,
palabras que envenenan,
destruyen la ilusión
de los ilusos
que creen a los hombres
aturdidos.

Parásitos de Casta
sin vergüenza,
son políticos que engañan
a su pueblo.
Banqueros que amontonan
sus dineros,
que cubren sus cohechos
de oropeles.

Nadie me callará en silencios,
... lo prometo.

No me ataran la lengua
ni las manos.

El tiempo que me queda
será prieto
de palabras escritas,
de otros versos,
terciados en sonetos.
en tercetas,
en romances de aldea
o en quintetas.

Que mi verso te llegue
a las entrañas,
que remueva tu fondo
acomodado.

Que el espacio verbiforme
que es tu boca
me envuelva en un
espasmo de vocales.
Hoy lo he visto muy claro,
hay otro mundo.
Hoy te hubiera querido
como nunca…

Me hubiera perdido
en tus ramajes…

Te hubiera pedido
que me amases..

Para entregarte
mi alma…

hecha jirones...

azpeitia - 8 de Noviembre de 2008
http://www.azpeitia-aleph.com/

Rescates: Juan Carlos Onetti



Onetti: Todo en la vida es mierda


Por Harold Alvarado Tenorio © Arquitrave
El pozo (1939), de Juan Carlos Onetti (Montevideo, 1909-1994) rompió las convenciones literarias de su tiempo anunciando la nueva novela. Nadie había narrado hasta entonces con lirismo tan cruel y amordazado [«Todo en la vida es mierda y ahora estamos ciegos en la noche, atentos y sin comprender»] el desarraigo del hombre, en el mismo momento que el mundo se venía abajo con el auge del nazismo, los estragos de la Gran Guerra y los conflictos económicos e ideológicos de entonces, con sus oligarquías dominantes, sus dictadores y caciques.
Este libro hondamente pesimista, creó, en Eladio Linacero, el arquetipo del antihéroe onettiano, «sólo y entre la mugre». Soñador, enamorado de la juventud y la inocencia, no encuentra otra forma de realizar su sueño que raptando una adolescente, Ana María. Lázaro, el militante, tiene un ideal; Cordes, el poeta, sus bellos pensamientos, pero para Eladio no hay sino un sentido de culpa y la certeza de vivir aislado en un mundo de eterna oscuridad.
La vida breve (1950) es una larga novela que marca el punto culminante de su carrera como narrador. No sólo cuenta la vida novelesca de un novelista, Juan María Brausen, sino la novela o el guión cinematográfico que escribe, la crónica que hace durante el relato que Onetti hace de su vida y que llega a confundirse con ella, trascendiéndola y salvándola. El personaje central es un alienado e introspectivo publicista que vive con su esposa, [Gertrudis, que ha perdido un seno a causa de un cáncer], una atroz intimidad de mutuo desamor. Al ser cesado del trabajo, incapaz de enfrentar la nueva situación cae en una serie de fantasías, o argumentos, tratando de dar sentido a la confusión: unas veces es el bandido Arce, que vive con una prostituta y vende drogas en las calles, o el médico cínico Díaz Grey, para quien Brausen inventa un amor con la joven Elena Sala y un completo escenario: un lúgubre puerto de río llamado Santa María. De esa manera Brausen lleva a cabo su batalla contra el anonimato, queriendo vivir y morir sin memoria.
Puerto de Santa María es el lugar, la tierra, el nombre feliz lleno de sol, de gentes, de árboles y soledad donde el autor y los personajes hallan salvación. Una ciudad irreal, limbo terrestre donde viven el tormento de la vida breve sin importarles el futuro, ausentes de pasado y sin necesidad ni interés por comunicar algo a los otros. En Santa María los personajes existen absortos en un tiempo que es un presente invulnerable al pasado y al futuro. De allí que mientras Brausen escribe una novela, Onetti escriba la que leemos y los personajes tengan que huir de Buenos Aires o de Montevideo, a Santa María, para encontrar libertad, porque sospechan que es el otro mundo, un país de maravilla, una ciudad literaria.
Santa María está hecha de los sueños de Brausen como Brausen de los sueños de Onetti, quien deja a aquel crear en su memoria y sus delirios la ciudad. Brausen sabrá de la realidad de sus sueños mientras su mujer llora, dormida, y Onetti, que comparte con él un despacho, le hace buscar la salvación en la habitación de la Queca, su vecina de aquel. En esa habitación, «naturaleza muerta» donde se oyen todos los ruidos del mundo y desde donde siente los suspiros de su mujer que sufre en sueños, Brausen, -que se finge Arce para gozar de la pureza ilusoria de no tener pasado y se realiza en Díez Grey haciendo que el ayer no importe y la historia de su personaje sea impotente ante el hoy de Santa María-, se mueve adentrándose en sí mismo como por el espacio irreal de un cuadro. Los objetos, sucios y podridos, reposan con obstinada inocencia, ajenos al devenir, desnudos en su existir, mudos y discretos pero apoderándose del intruso. Absorto en esa paz que contagian los objetos llega a la existencia pura, recorre el alma, el cuerpo, la persona toda de la Queca, logrando una intimidad irrecuperable con ella. Decide entonces asesinarla para lograr el vacío total. Pero un otro, real, la mata por él. Brausen alcanzará la plenitud del ser cuando, en compañía del asesino real, se entrega a la policía.
La vida breve es una elegía-despedida a la vida sin pasar por la muerte; la conciencia de la soledad y de nuestros falleceres diurnos y nocturnos. Y el rechazo, también, a todos los valores que se nos han impuesto. Brausen inventa una realidad para vengar la realidad no elegida pues, como artista, tiene la facultad de crear otros mundos para escapar de la insoportable continuidad de la existencia.
La imposibilidad de comunicación rige El astillero (1962), su pieza maestra. La novela está dominada por la persona de Junta Larsen, un hombre duro, lacónico y rebuscador, antiguo propietario de un burdel que había aparecido por primera vez en Tierra de nadie y que también forma parte del elenco de La vida breve. Las visiones ideales de la juventud de Larsen, sus subsecuentes sueños de riqueza y poder, le han eludido; ahora está al final de su larga maniobra. Vuelve a Puerto de Santa María y se convierte en un muy bien remunerado gerente de un astillero. De hecho, el astillero es un despojo del tiempo y el salario mera imaginación, pero Larsen, como los otros empleados, entran a gusto y con aparente convicción en este juego kafkiano: estudian archivos envejecidos, hablan de barcos que hace tiempo desaparecieron, cortejan a la enferma hija del patrón. La crisis se precipita cuando uno de los empleados se rebela contra este mundo absurdo, y Larsen, fallando al intentar asesinarle, enloquece y muere.
Para Larsen la vida se nos va haciendo nada, una cosa tras otra sin interés ni sentido. Pero a pesar del fracaso y las degradaciones, su heroísmo reside en tratar de encontrar algún sentido a su constante lucha por sobrevivir, sabiendo que crecer es fallar pues sólo en la juventud somos capaces de amar y tener esperanzas. Al cerrar el libro tenemos la certeza de que la muerte es la única que puede salvarnos del absurdo de vivir, librarnos de esa pesadilla que es la vida adulta.
El asunto de Juntacadáveres (1964) es un fragmento de la vida de Larsen, cuando, al establecer un burdel en Puerto de Santa María, asiste a la realización de su ideal. Refiere paradójicamente los precedentes de la expulsión decretada por el gobernador, de Larsen o Junta, quien murió, según se cuenta en El astillero, de pulmonía en un hospital de El Rosario.
Santa María es ya una ciudad en plenitud ciudadana. Pero la verdadera historia hay que buscarla en el ánima de los personajes: Larsen, con su extraña vocación de ser siempre y sobre todo una figura escatológica, un ave de mal augurio que anuncia la muerte, un junta-cadáveres, hiena coleccionista de carroñas, y su grupo de grotescas putas, decrépitas, buscando en el lupanar el naufragio definitivo.
Onetti ha puesto en esta novela toda la sabiduría de su larga existencia a fin de someternos al asfixiante clímax de una ciudad alucinada que renace cada día, desde su provincialismo, entre un río y una colonia de labradores suizos, con la tranquilidad conmovida por la presencia súbita e insólita de una casa de putas, autorizada por el Consejo Municipal mediante votación y luego de un nudo de discordias y conflictos que termina en una tragedia y una curiosa cruzada impulsada por el cura Bergner, con militancia de jóvenes que «quieren novios castos y maridos sanos». Larsen, el proxeneta, significa el «progreso» en una sociedad atemorizada y conservadora. El prostíbulo es el mundo futuro y las putas, la infinita ternura que necesitan los hombres.
Toda la obra de Onetti es una honda reflexión que nos empuja al desamparo, el desencanto, el desarraigo, la pasividad, el aburrimiento. Sus personajes se mueven entre las miserias de la angustia y la resignación, que asumen sin ira ni rebeldía, con cierto fatalismo cristiano digno de nuestras tradiciones, así sea sin fe. Sus personajes son contemplativos a la manera de Díaz Grey o Jorge Malabia, seres incapacitados para crear relaciones orgánicas con sus comunidades y son por tanto relegados a la soledad y el aislamiento. El mundo, para ellos, es un suplicio que deben evitar pues representa la decrepitud e insolvencia de unos valores que la pequeña burguesía abandonó hace ya tiempos, pero que parece serán pronto remplazados por otros. Un mundo de indiferencia moral, sin fe ni interés por el destino. El asunto central de su obra es la imposibilidad del hombre para resistir el peso de la realidad, como dice Eliot en uno de sus poemas. Incapaces de aceptar que sus vidas carecen de sentido, sus personajes tratan de modificar la realidad y se destruyen a si mismos.
Notable cuentista, la trama de sus narraciones se construye a menudo alrededor de una acción fundamental ofrecida en versiones o claves varias, contadas a través de terceros, pasivos espectadores -como el lector- que evocan con maledicencias, chismes y rumores la vida de otros, dejándonos en la incertidumbre al tiempo que teje un personaje colectivo al que nos vamos integrando, una sociedad a la que terminamos por pertenecer: la gente de Puerto de Santa María.
Onetti fue calificado de anti novelista a causa de su escaso interés en los argumentos tradicionales. La acción en sus libros está generalmente subordinada a describir detalles que enfatizan el paso del tiempo. Su estilo, plano desde los primeros libros, fue cambiando gradualmente hacia un denso y oblicuo instrumento pleno en encubrimientos, reiteraciones, monólogos elípticos de acuerdo con las características complejas y confusas de sus personajes y la estática visión de la vida que tienen.
Juan Carlos Onetti abandonó la escuela secundaria y trabajó como portero, oficinista, mesero y vendedor. En 1932 se trasladó a Buenos Aires, donde vivió por dos años, y publicó sus primeros cuentos en los suplementos literarios de La Prensa y La Nación. Sus intereses literarios se fueron desarrollando paralelamente a sus intereses políticos. De regreso a Montevideo fue nombrado editor de Marcha (1939-1942) donde promovió la nueva literatura. Al dejar la revista pasó a trabajar en la agencia noticiosa Reuter, primero en Montevideo (1942-1943) y luego en Buenos Aires (1943-1946). En esta última ciudad permanecería hasta 1955 trabajando como editor de las revistas Vea y Lea. Durante la década del cuarenta escribió varias novelas y tradujo a varios escritores norteamericanos, en especial a Faulkner, uno de sus favoritos. En 1957 fue nombrado director de las bibliotecas públicas de Montevideo. En 1974 premió un cuento de Nelson Marra, donde la policía uruguaya es presentada como torturadores y raptores. La historia fue publicada en Marcha, que fue clausurado por diez semanas y Marra, Onetti y otros miembros del jurado fueron puestos en prisión, y golpeados para hacerles entender que nadie podía afirmar que la policía uruguaya golpeaba y torturaba a los detenidos. Onetti sufrió una crisis nerviosa, tuvo que ser recluido en una clínica por algunos días y luego partió para Madrid, donde murió. Otros de sus libros son Tierra de nadie (1941), Para esta noche (1943), Los adioses (1954), Para una tumba sin nombre (1959), Dejemos hablar al viento (1979), Cuando entonces (1987) y Cuando ya no importe (1994). Sus Obras completas aparecieron en México en 1970. Recibió el Premio Nacional de Literatura (1962) y el Cervantes (1980). [ibyqueen@yahoo.com ]~

Fuente: mediaisla
mediaisla@yahoo.com
responder: amediaIsla@gruposyahoo.com

Del Poemario de Yamila Greco


XVI


Yo estoy muerta. Pero obligo a mis fantasmas



XVII


respirar en la deformación de los pulmones

y despertar con los dientes afilados

yo a través del espejo

comiendo vidrios

sólo para que mi boca brille



XVIII


divulgar el filo sobre las caries

de toda madre inquietante

y derrocharse mediante el vómito



XX



transpiración ocular

ella traga



y escupe fuerza



Yamila Greco

La gente no cree en la gran prensa



Por Ernesto Carmona (especial para ARGENPRESS.info)

“En nuestros países, Latinoamérica y el resto del mundo existe una situación de emergencia por conocer la verdad”, dijo el sociólogo estadounidense Peter Phillips, director del Proyecto Censurado de la Universidad Sonoma State de California, durante una reunión con académicos y docentes de la Universidad Bolivariana de Venezuela y en otro encuentro con la Rectora Yadira Córdova, ex ministra de Ciencia y Tecnología. Phillips viajó a Caracas, invitado por la IV Feria Internacional del Libro, para presentar la primera versión en castellano del informe Proyecto Censurado 2009, que contiene las 25 noticias más ocultadas por la gran prensa de EEUU en 2007/2008.

“¿Cuánta gente habrá muerto hasta hoy en Iraq?” se preguntó el sociólogo estadounidense. “No se sabe”, dijo. Añadió que solo un 5% de la gente se entera de ciertas noticias que en nuestros países son desconocidas por el resto de la población.

“En EEUU crece la presencia de cientos de medios independientes y alternativos que enfrentan a los grandes medios corporativos en Internet e incluso en radio y televisión”, dijo Phillips, quien citó como ejemplos a Radio Pacífico y a Democracy Now!, que transmite por 500 estaciones radiales, redes de Internet y de TV. “Los medios alternativos deben seguir desarrollándose hasta que los grandes medios se hagan irrelevantes y sean reemplazados por estos medios independientes”, sentenció el académico.

El investigador indicó que la información periodística en EEUU está controlada por 10 mega grupos propietarios de cadenas de televisión, de periódicos, radioemisoras, contenidos de televisión, productoras de películas, editoriales, salas de cine, estadios deportivos y una amplia gama de negocios más vinculados con la “entretención” que con la información, que se ha convertido en abierta propaganda.

Esas 10 mega corporaciones -dijo Phillips- están dirigidas por 118 ejecutivos que también tienen cargos en los directorios de empresas de las grandes corporaciones del complejo militar industrial, tales como Halliburton -del vicepresidente de EEUU, Dick Cheney-, Lockheed Martin, Boeing, Northrop Grumman, General Dynamics, Raytheon, United Technologies, Science Applications International Corporation, Computer Sciences Corporation y muchas otras mega-compañías que fabrican máquinas de guerra para el Pentágono. Phillips dijo que el complejo militar-industrial controla así las más poderosas redes mediáticas, como ABC, CNN, NBC y el diario The New York Times, entre muchos otros. Por lo tanto, hoy se ha convertido en un complejo mediático-industrial-militar que ha hecho de la guerra su propio negocio perpetuo.

El Proyecto Censurado lucha contra la desinformación desde hace 32 años. Su fundador, el académico Carl Jensen descubrió que se estaban ocultando al público muchos aspectos del caso Watergate, que le costó la presidencia a Richard Nixon en 1974, después de ganar la reelección para un segundo período en 1972. El Proyecto Censurado de la Universidad Sonoma State de California actualmente está asociado con 25 universidades involucradas en la tarea. La participación de las universidades le confiere la certificación de la academia a la veracidad de las noticias censuradas investigadas por estudiantes y docentes en fuentes independientes distintas a los grandes medios, dijo Phillips.

Proyecto Censurado en Venezuela

La primera versión en castellano de Proyecto Censurado 2009, fue publicado en Venezuela por Ediciones Timéli, con sede en Ginebra, Madrid y Caracas, fundada en Suiza, por el periodista peruano Sandro Cruz, quien reside en Ginebra. La edición estuvo a cargo de Mayda Acosta Alegre, de Timéli-Caracas.

La obra divulga las 25 noticias más censuradas por los grandes medios corporativos de EEUU en 2007/2008, investigadas por el Proyecto Censurado de la Universidad Sonoma State, de California, bajo la dirección de Phillips.

El libro contiene además una introducción de Tricia Boreta y un recuento del académico Nelson Calderón de noticias relevantes de América Latina ocultadas por la gran prensa pero rescatadas por el Proyecto Censurado desde su fundación. Este trabajo, que forma parte del capítulo 15 de la versión original en inglés de Censored 2009, se titula “32 años de dominación militar de EEUU y de decepción económica”.

Las historias periodísticas sobre América Latina divulgadas por Proyecto Censurado en sus 32 años de existencia “documentan cómo EEUU ha continuado su política con una óptica colonial, intentando dominar, explotar y controlar la riqueza económica del continente”, explicó Calderón.

En la edición original en inglés, lanzada el 1 de octubre 2008 por la editorial Seven Stories de Nueva York, participó también como editor el académico Andrew Roth, miembro del Project Censored de California. El texto en inglés Censored 2009 contiene más de 400 páginas, pero la versión de Ediciones Timéli publicada en castellano en Caracas contiene una introducción de contexto histórico del Proyecto y dos capítulos relevantes del texto en inglés, el trabajo de Calderón y las 25 historias periodísticas con sus respectivas fuentes de medios independientes, en una versión de 200 páginas.

Las 25 historias periodísticas y demás textos de la versión en castellano fueron traducidos del inglés por Ernesto Carmona, quien escribió además el prólogo del libro. Ediciones Timéli lanzará este mismo libro en el Instituto Internacional de Periodismo “José Martí”, en La Habana, el lunes 1° de diciembre, y habrá otra presentación en Santiago de Chile, en diciembre. Todas las historias del Proyecto Censurado son publicadas en castellano cada año, de manera sistemática, por www.Argenpress.info, de Argentina, y también son reproducidas libremente por otros sitios. Los textos originales en inglés del trabajo de 32 años del Proyecto Censurado se encuentran en www.projectcensored.org.

El entorno de Obama

Phillips se refirió también a las expectativas provocadas por el presidente electo Barack Obama. Dijo que hoy ofrece una nueva imagen del poder en EEUU, pero en el fondo es una suerte de gran jefe de relaciones públicas del complejo mediático-militar-industrial. Entre sus amigos millonarios, altos ejecutivos y ex funcionarios del gobierno federal que le brindarán asesoría económica se encuentra, por ejemplo, Richard Parsons, el presidente del poderoso grupo mediático Times-Warner Inc., el conglomerado propietario de CNN, y a la vez director del controvertido holding bancario Citigroup.

Por coincidencia, al día siguiente de la elección presidencial y en lo más álgido de la crisis, Time-Warner anunció -el 5 de noviembre 2008- ganancias por 1.100 millones de dólares para el tercer trimestre 2008, o 30 centavos de dólar por acción engrosados principalmente por la facturación publicitaria de sus redes de televisión por cable como CNN y HBO y la película de Batman "The Dark Knight" (El Caballero Oscuro), de su filial Warner Bros. Según un comunicado del grupo, estas ganancias resultan 22,22% más altas que los beneficios de 900 millones de dólares equivalentes -24 centavos por título- obtenidos en el mismo trimestre 2007.

Parsons ocupaba un puesto ejecutivo más bajo cuando el grupo mediático fue sancionada en 2004 por la Comisión de Bolsa y Valores de EEUU (SEC) por fraudes contables. El Washington Post informó el 13 de abril 2004 que la SEC acusó a Times-Warner de falsificar sus réditos contables en 2002, ocultando más de 400 millones de dólares ganados en publicidad después de su fusión con America Online (AOL) en 2001.

Times-Warner Inc., que también controla los estudios de cine Warner BROS, no ganó más dinero porque tuvo que indemnizar muchos a muchos trabajadores despedidos de la editorial Time Inc., editora de la revista Time, y en la productora de películas New Line Cinema. Todavía espera ganancias totales de 5% para todo el 2008, un verdadero récord en medio de la crisis. Sus ingresos del tercer trimestre 2008 ascendieron a 11.700 millones de dólares aportados en gran parte por la publicidad vendida por la cadena de cable CNN, “que se benefició de altos índices de sintonía por su cobertura de la elección presidencial en Estados Unidos. Los ingresos por los anuncios de cable y suscriptores crecieron un 9 y un 10 por ciento, respectivamente”, indicó un comunicado de Times-Warner.

El filme de Batman fue uno de los más taquilleros de la historia y a comienzos de noviembre ya había recaudado cerca de 1.000 millones de dólares por venta de entradas a nivel mundial. La película ayudó a elevar las ganancias de la compañía en un 6 por ciento.

Foto: Tapa de Proyecto Censurado 2009 en castellano.
Fuente: Argenpress, 25.11.2008
http://www.argenpress.info/

Mafalda, el célebre personaje de Quino, llegó al subte


Quino junto a Mafalda en el subte

Buenos Aires, 24 de noviembre (Reporter). Metrovías inauguró un mural basado en Mafalda, el popular personaje del dibujante Quino, en el marco del programa SubteVive. El nuevo mural está ubicado en el pasillo que combina las estaciones Perú de la Línea A y la estación Catedral de la Línea D del Subte y podrá ser visto por los más de 37.000 pasajeros que todos los días circulan por ese acceso.
“El mundo según Mafalda”, la obra de Joaquín Salvador Lavado (Quino), está basada su más famosa creación y mide más de 15 metros de largo por uno y medio de alto. Allí, la protagonista compara la calma de su globo terráqueo con el calamitoso estado del mundo real.
“Cuando me ofrecieron participar, me pareció una muy linda idea –señaló Quino–. Estoy muy entusiasmado, ya que es la primera vez que mi obra se ve plasmada en semejante tamaño y con esta técnica. Además para mi tiene un significado especial ya que durante muchos años fui a trabajar en la Línea A del Subte, por lo cual sin dudas, Mafalda siempre estuvo vinculada a este medio de transporte, pero esta vez, definitivamente llegó para quedarse”.
Pepe Romero, Jefe de Gestión Cultural de Metrovías, agregó: “El Programa de Nuevos Murales nos permite incrementar el patrimonio cultural de la ciudad y nos brinda la posibilidad de contar con prestigiosos artistas, como es el caso de Quino. Para nosotros es realmente un orgullo contar con su presencia. Si bien cada artista tiene su magia, sin dudas este año el mural es uno de los más cercanos al público dada la popularidad del personaje de Mafalda”.
El programa de Nuevos Murales de SubteVive fue creado hace más de 10 años con el objetivo de incorporar obras de los principales artistas plásticos para colaborar con el incremento del patrimonio de arte público de la Ciudad. Algunos de los artistas que cuentan con murales basados en sus obras son Florencio Molina Campos, Fernando Allievi, Andrés Compagnucci, Carlos Paez Vilaró, Hermenegildo Sabat, Luis F. Benedit, Santiago García Sáenz, Horacio Altuna, Josefina Robirosa, Luis Felipe Noé y Rogelio Polesello.

Fuente: Reporter de entretenimiento y cultura, 24.11.2008 (Publicado por Yahoo! Noticias)

Invitación: La noche del cuento corto

La Nueva casona de Colombres los invita a participar del próximo encuentro de
"La noche del cuento corto",
para que lean sus relatos breves (o los de sus autores preferidos).
El tema sugerido es: "cadena". Habrá buffet e ilustraciones musicales.
Lugar: Colombres 764 - Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Día: viernes 5 de diciembre, a las 20 h.

Noemí Rivero
lalibertaddelasalgas@gmail.com

Gabriel Impaglione: Un cuento de fútbol



El último arquero amateur

Cada tanto recuerdo a Don Ernesto. No lo conocí personalmente, pero me parece. En la sangre heredada se reconocen las pasiones a simple vista.
Una de sus nietas, de nombre Poesía, compartió hace muchos años una charla a bordo de un tren que regresaba de un viejo caserío convertido en pueblo fantasma gracias a las maravillas del "déme dos" que supimos conseguir.
Llevaba una carpeta habitada de tesoros increíbles: recortes, poemas, fotos, y entre ellas, dos que para mí fueron escenas de un partido que vi alguna vez desde una popu soleada y bien dominguera.
Estirpe de arquero en cada palmo de estatura, y hasta en la sombra. Actitud. La valentía podía medirse en el desafío de la mirada atenta. En la tensión de los muslos en el salto. Sobrio, Decidido.
Una de las fotos lo mostraba gateando hacia un balón envuelto en chispas. Mirando la bola de los encantamientos que le llegaba como enviada mágicamente por la cámara fotográfica.
La otra cartulina casi sepia lo reproducía en plenitud. Saltando para colgarse de esa luna marrón llena de costuras, todo largo, flaco y largo, con los antebrazos pegados al pecho y la cabeza erguida como invocando a los dioses de las alturas.
Don Ernesto Montemurro. Le decían "Fosforito".
Jugó en San Lorenzo y el "Ñuls" de no recuerdo bien qué año. Tuvo intervenciones sobresalientes. De esos arqueros que defendían la valla como a su casa. A diente apretado.
Una vez se escuchó decir en la tribuna: "cuantos patriotas así se necesitan!". Eran tiempos difíciles, donde se construía el nuevo país en medio de una crisis fenomenal y la voracidad de afuera llegaba a morder los intereses nacionales como una ofensiva de River y de Boca con todas las estrellas juntas para el mismo tiro libre sobre el área chica.
Ernesto tenía la virtud de dejarse hervir la sangre en el silencio de las esperas de su patria chica.
Es que el área para el arquero es eso: Patria Chica; territorio de su exclusiva responsabilidad, donde el señoreo de la hombría no admite vacilaciones.
Y se dejaba hervir la sangre hasta que le llegaban.
Entonces la fuerza decisiva que se estiraba hasta echar por tierra la consagración adversaria.
Se le nota en el gesto que era más garra que técnica, más alma de arquero que producto del manual del técnico. Y con eso se nace.
"Podés tener mucha plata, un par de botines franceses si querés, la gorrita hecha a medida y una defensa impasable... pero si no tenés el alma cargada de munición gruesa no hay barrera que te salve, pibe" -le dijo una vez al purrete que alcanzaba la pelota en los entrenamientos-.
No llegó a ser el gran maestro, oficio que buena parte de los mejores arqueros consigue a fuerza de amor por el puesto. Pero me parece que nunca le importó mucho.
Tipo extraño Ernesto. De convicciones como la muralla china.
No se quebraba por nada, podía doblarse, como dice un amigo radicheta, pero quebrarse jamás.
Terco para tantas cosas que donde parecía flexible nadie le creía.
Cuando en los treinta se profesionalizó el fútbol largó todo, de bronca nomás.
¡Ponerle precio al amor por la camiseta! ¿A quién se le ocurre?
Pasó a formar parte del seleccionado mitológico del balompié. Algunos lo siguieron, se quedaron de empleados de los ferrocarriles o el correo, de comerciantes o vendedores de pilchas o verduras, pero no le dieron el gusto al capitalismo.
Se conformaron corriendo cada tanto en picados de casados contra solteros.
¡Má qué capitalismo!, gritaban en el café los muchachos que vieron en la profesionalización el toque justiciero que los transformaba en laburantes del oficio de encantador de multitudes.
Pero Ernesto no retrocedió jamás.
Creo que se despidió aquel año en que Gimnasia y Esgrima La Plata salió campeón. El último campeón del amateurismo, algo así.
En ese certamen, cuando enfrentó a los triperos, los saludó uno por uno... "ustedes se merecen el título, muchachos, vienen haciendo un campañón, felicitaciones".
Caballero el hombre, que se cansó de sacar taponazos esa tarde.
Ernesto se encerró en su duelo luego del último domingo de fútbol, y tal vez de aquella decisión haya nacido la piedra de su silencio que se prolongó durante días enteros.
Vivía el rito de escuchar la transmisión de los partidos en una soledad tan densa como la pasión que lo envolvía.
Sabía qué era todo eso de las esperas mientras la pelota circulaba por terreno neutral o en el campo contrario.
Sabía todo lo que había que saber cuando el nueve adversario encaraba derechito y sin marca el arco, que a veces, en esas situaciones, se hacía más y más ancho y más alto, y más grande, hasta alturas insospechadas.
A veces bajaba el volumen de la radio ante situaciones de peligro y las armaba mentalmente hasta definirlas, luego le ponía voz al spiker para constatar hasta donde su imaginación había podido anticipar la jugada. No se equivocaba demasiado.
Tenía el don de la fantasía. Ingrediente del espíritu que, si falta en un arquero, lo hace decisivamente de cartón pintado, de trapo sucio, de nada incompleta, incluso.
"Fantasía pibe... imaginación... imaginá la jugada, atenti, si no imaginás, nunca en tu vida vas a anticipar a nadie", le repetía al chico de la reserva, el flaquito de ojitos vivaces que se estaba haciendo en los entrenamientos de la primera.
Ernesto fue un gran tipo. Aunque le achaquen un defecto medio traído de los pelos, eso de la cierta indiferencia por la gente de su edad.
Y claro, los viejos ya estaban hechos y qué joder! Es el momento de la juventud. Con los jóvenes sí que le gustaba hablar.
A los pibes chicos les contaba cuentos, historias de fútbol, jugadas casi mitológicas en las que hasta ciertos piratas renombrados se animaron a entrarle de palomita a un centro bien servido.
Solía repetirle a los nietos, en rondas domingueras de sobremesa, y en patios veraniegos en donde se esperaba la voz para rodear la mesa familiar, la historia de unos conejos voladores que se divertían haciendo zig zag entre ramas de árboles, a ciento ochenta kilómetros por hora. Los chicos fascinados.
Él sabía lo que era volar.
Desplegó alas todos los domingos, hasta dejar las canchas y seguir estirándolas entre relatores y comentaristas que se colaban en el silencio de su cuarto.
Alguna vez dijo que él mismo había llegado volando desde un cuento de las Mil y Una Noches.
Sería cierto.
Tipo extraño el Ernesto de los Tres Palos.
Nunca le gustó conducir, ni aprendió siquiera, había cosas más importantes que guiar un auto, por ejemplo: apreciar el vuelo de los pájaros o del hombre. Eso sí que valía la pena! Pero se llevó los rumbos del aire consigo.
Ni el Ruso, su amigo de toda la vida, pudo arrancarle la fórmula. Cuando Ernesto andaba flojo de voluntades el Ruso se lo llevaba a la sinagoga para meditar. Cuando el Ruso atravesaba crisis existenciales, Ernesto lo invitaba a la Iglesia para pensar mejor.
"El silencio lleva las palabras del alma al rincón del tiempo en donde están las respuestas", le decía al Ruso, que lo miraba callado, a veces confundido, y le daba la razón nomás de escucharle siempre la misma frase.
¿Dónde quedaron esos disparos a quemarropa que le movieron todos los huesos?
¿Por qué túnel injusto se perdieron los aplausos y las ovaciones que cosechó en el puesto más ingrato del más bello de los deportes?
Don Ernesto. Flaco y duro, pura fibra. Manos fuertes y grandes, ojos bien atentos siempre.
Una sola cosa compitió entre sus gustos más apasionados con el fútbol: la buena comida.
Cuando sintió que ya no había tiempo suplementario, que se cumplía el alargue dispuesto por el Juez, se fue en medio de una medicada veda de cocina a comer un lechón reciamente adobado. Volvió para despedirse de la familia, de los amigos que tenía a mano y se durmió.
Digo: para siempre.
Hombre de decisiones valientes. Como todo buen arquero.
Con los jóvenes tenía una cosa... cierta afinidad... el berretìn del futuro. Algo especial.
Los mocitos que ya sabían de pasiones y llevaban la sangre caliente dispuesta para meterle garra a la vida, para cambiar tanta cosa inútil por todos lados, se metían en los bolsillos, en cada charla, retazos de su corazón.
De los viejos qué decir.
Esa cuestión generacional de cierto nomeimporta que permitió que se profesionalizara el fútbol.
¿Parecerá poco?


Gabriel Impaglione (Argentina, 1958. Actualmente vive en Italia)
de: Cuentos de arqueros.
impaglioneg@yahoo.es

Cristina Villanueva: Varios




Desagiolados


Llovía casi gris

casi sin agua

sobre los bultos y los hombres

Una lluvia de nada

mientras se iban

detrás de la frontera.

Los chicos lloraban casi seco,

casi argentinos, pero no tanto.

Cuando se iban sin un chau

casi como si fueran

antes de correrse

al interior del borde.




Alimento necesario

La torta de queso centroeuropea que vendían en un almacén en la calle Uriburu. Dos finísimas capas de masa y un relleno suave, alto,orgulloso, erguido. Leche que se volvía sólida. Era como morder la vida, reternerla en la boca. Cuando acababa el trabajo tumultuoso del parto, Norberto iba a buscarla. Antojo apenas perfumado. En la ceremonia de ofrecerme como alimento, ella me construía. Necesitaba su consistente resguardo. Ni recargado ni empalagoso, ni la mezcla de muchos sabores, ni sobreactuado, ni lujo.Soberbia simplicidad. Si se tratara de literatura, una sintesis que resalta lo verdadero. En mi boca, con la pequeña boca prendida a mi. Bien metidas las dos y él que la proveía, en la boca de la vida. Con el dolor y la alegría de un pueblo exliado atravesando tierras con sus recetas, hasta llegarme. La estaba esperando,la elegí. La torta de ricotta italiana de mi familia era la que quizas me estuviera destinada, más dulce, más conversadora, con la luz opulenta, sin ambiguedades, del paisaje de Sicilia. La otra, de dulzura parca, parecía contener la palabra y el silencio. Un batido de materia vital que abrillantaba la lengua y, por lo que guardaba sin decir, al lenguaje.




Espero


En una ronda de cuentos
tu palabra de lobo
mordiéndome las comas
partenaire del bosque alucinado
red de los nombres
me acuesto en tu pasto de lenguaje


Espero.


Cristina Villanueva
libera@arnet.com.ar

Miguel Ángel de Boer: Acto Homenaje a los alumnos desaparecidos - Comodoro Rivadavia - Chubut - Argentina



Y fuimos. A la ex Enet y al Perito. A no “dejar pasar por un costado a la historia esta”.
32 años después de que los queridos compañeros alumnos de estos colegios fueron secuestrados y desaparecidos por la terrorífica dictadura que usurpó el poder a partir del 76.
Estuve primero en la ex ENET, en el acto de homenaje a Guillermo “Pocho” Silveira, el cual ha tenido una vasta difusión en los medios (adjunto links), por lo que me referiré a lo acontecido en el Perito. A ese Colegio Perito Moreno al que le he dedicado tantas páginas recordando nuestro paso por el secundario, pero en el que jamás pensé podría vivir algo tan conmovedor como en esta ocasión.
Cuando llegué me encontré en la escalinata con José, el hermano de Raúl “el Negro” Trigo, y luego, en el hall de entrada, con sus hermanos y su mamá Ana, a quien hacía muchísimo que no veía y que con sus increíbles rozagantes 83 años aguardaba – con ese digno coraje que tienen las Madres – el momento de iniciación del acto.
Fue ella una de las que descubrió la placa con las fotos y palabras recordatorias en memoria de su hijo Raúl , de Susana Jenkins, Lidia del Carmen Soto y Miguel Ricardo Chiernajowsky. Dificil describir el momento. Tal la emoción que nos embargaba.
Al ver sus rostros no pude evitar pensar en el tiempo transcurrido y en que bien podría – lo dije después – haber estado el mío en lugar o junto al de ellos. Tiempo transcurrido y detenido a la vez, donde el pasado parecía irrumpir en el presente, apoderándose de él, a la vez que un torbellino de sentimientos se entremezcaban con las vivencias e imágenes que venían a la memoria, oxigenando nuestros corazones, que tanto han luchado para no ser aplastados por el olvido.
En ese mismo colegio, donde crecimos juntos, soñamos juntos, amamos juntos, penamos juntos, reímos juntos, cuando sentíamos la vida toda por delante y el mundo era nuestro, nos encontrábamos ahora mirándonos a nosotros mismos, eternamente jóvenes, sabiendo a la vez, por eso mismo, que vamos de a poco, dejando de serlo.
En tanto, ya en la galería, nos aguardaban los abanderados, esperando que pasáramos al gimnasio donde se desarrolló el acto. Con la presencia de alumnos, profesores, familiares, amigos, compañeros, vecinos, la emoción se intensificó por el recibimiento.
Luego de la entrada de las banderas cantamos el Himno Nacional, y yo recordé que seguramente lo había hecho por primera vez, alli mismo, en el año 1962.
Después hicimos un inolvidable minuto de silencio y posteriormente habló Angélica, la hermana de Raúl, recordando, entre otras cosas, su pasión por la arquitectura y su amor por Comodoro.
Y antes de que cerraran el acto los funcionarios (a quienes agradezco) tuve la oportunidad yo también de expresar mis recuerdos con Raúl - con el que compartimos nuestra adolescencia y nuestros años de universidad en Córdoba-, de rescatar la causa de su (nuestra) lucha, sueños y anhelos revolucionarios, y de leer un poema en su homenaje y de los otros compañeros, y por la memoria de todos los desaparecidos, que están y estarán siempre presentes.
Por último, cantamos el Himno del Colegio.
Y una ternura entrañable inundó nuestros cuerpos y nuestras mentes, haciéndonos henchir de una apacible y embriagadora felicidad: la de haber podido recuperar, para el colegio y sus alumnos, la historia de cuatro de sus mejores hijos. Nada menos.


Miguel Angel de Boer
Comodoro Rivadavia, noviembre, 2008
deboer_miguel@uolsinectis.com.ar

Silvia Loustau: Porqué escribo, porqué leo



y qué es lo que vas a decir

voy a decir solamente algo

y qué es lo que vas a hacer

voy a ocultarme en el lenguaje

y por qué

tengo miedo.

Alejandra Pizarnik-Cold in blue hands



Cuando era muy pequeña tenía dos obsesiones. ¿Adonde se iba el tiempo? y ¿Dónde vivían las palabras? Mi abuelo, sabio y paciente, me dio la respuesta.En el fondo del mar existe una cueva, allí se iba el tiempo.Las palabras tienen una casa en el centro del espacio. Yo quería palabras vivas.Sonando como una melodía lila. Adueñarme de ellas. No las quería aplastadas, como mariposas, entre las hojas de los diccionarios.

Comencé a escribir en mi infancia. A leer muy temprano. La escritura y la lectura iban entramadas. Siguen estando entramadas.Ambas eran mi isla de Robinson.El espacio de libertad de una niña tímida y sensible.

Antes de llegar a la adolescencia sabía que quería ser escritora. Y lo decía.

Todos creían que sería una locura pasajera.

Al comienzo de la secundaría, ganados algunos Juegos Florales y guiada por dos de mis profesoras, creo que ya era consciente de este raro y complejo oficio de trabajar con las palabras. Trabajo personal. Silencioso. Solitario. Una manera de huir del mundo y sin embargo desnudarse ante él.Presumo ser en la poesía una Eva desnuda, porque el poema es capaz de aludir hasta a las sombras mas visibles y menos traidoras.

Escribir me empuja hacia la médula de los otros y de mi misma. Me aísla. Me exila, me vuelve extraña ante escalas de valores que no alcanzo a comprender.

Pero la palabra resucita. Salva.Todo escrito es hijo de la necesidad Necesidad de apagar la angustia, de ser inmortal por un momento.

Mi poesía está escrita con las mismas fibras que constituyen mi cuerpo y mis deseos, mis sueños y mis miedos.Escribir le da densidad a mi vida. Creo que escribo por imperativo de vida. Cotidianamente entro en la casa de las palabras y busco, escucho sus voces plañideras, esperando ser tomadas. Las elijo y las trasmuto, porque ser poeta es ser alquimista. En sucesivas destilaciones deseo que cuenten más allá de lo que dicen.

Escribir es caminar por intrincados jardines, lugares que deparan fulgurantes descubrimientos, pero también traen soledad.


(*) N. de la R.: Silvia Loustau ha sido premiada con la "Primera Mención Especial de Poesía" otorgada por el Concurso de Poesía y Cuento 2008 organizado por el Partido de Tres de Febrero, Provincia de Buenos Aires.


Silvia Loustau
syllous@yahoo.com.ar
http://www.silvialoustau.blogspot.com/

Virginia Edit Perrone: Porqué Los Trazos



Porqué Los Trazos

Llevar el Poema al sesgo, a su más breve intensidad.
Convertir el Poema al Trazo.
Sacrificar Palabras, despojarse, despojarlas y que se lancen, Idea y Emoción, al centro de quien la lea.
Si los Trazos hicieran la ruta de las Luciérnagas, me daría por cumplida con ellos.

Virginia Edit Perrone


Un charco del Universo.
Una ameba soñando.
Tiempo.

Una ameba bipedestada
y hablante, aún sueña.

Levantaron las manos
saludadoras, las otras
quedaron escondidas
en los bolsillos.
El viento sabe.

Seré siempre quien soy,
en la obstinada soledad
si es necesario.

Te doy una Palabra,
un vértice sobre el
que sostener Mundo.

El peso de tu Física,
de tu Química.
El peso de tu Peso,
de tu Mercadeo.
El peso de este Poema.


Echados por Milenios,
no hay moneda que invite
a la fiesta de la razón canalla.

Con tus Fantasmas escribo
el desagravio.
¿Podrás leerme?

La razón expulsa sus
verdades,
sólo quedan los Mitos
para refundar Palabras.

Heráclito responde:
-yo no soy , siquiera,
ese Río.

Le rogué a la ausencia
que faltara a su cita.

Virginia Edit Perrone
http://virginiaperrone.blogspot.com/
libros de macedonio

La librería Macedonio está en Ovidio Lagos 519, Rosario, Argentina.
Atendida por Waldo y Horacio, en horario corrido de 10 a 21.
Para saber más de libros de macedonio visiten:
http://www.libreriamacedonio.blogspot.com/

Cine: Viola Chilensis y El baño del Papa

El baño del Papa
Viola Chilensis



Viola Chilensis

Viola Chilensis, es la primera y única pelìcula completa hasta ahora sobre la vida y obra de uno de los más grandes símbolos del ancestro nacional, Violeta Parra.
Ella, junto a Pablo Neruda, están profundamente enraizados en la cultura popular y mítica de los chilenos, formando también parte desde hace mucho, del valioso patrimonio de la cultura universal.

El documental muestra imágenes y sonidos fundamentales en la vida de Violeta Parra, con el objeto de aproximar al gran público a la amplitud y trascendencia de su obra.
Imágenes en que ella canta, baila, teje, pinta y habla de su labor. Así como también testimonian su familia, amigos, grandes artistas y personajes de su época y de la actualidad.

Los principales escenarios del film son los que Violeta habitó y creó en los desiertos, valles, ciudades, aldeas, montes y mares de Chile, al igual que en el resto del mundo como París, Ginebra, Roma, Buenos Aires o La Paz, escenarios que también marcarían la obra y el destino de nuestra gran artista.

Protagoniza Violeta Parra
Participan Nicanor, Tío Lalo y Lautaro Parra, Isabel, Ángel, Tita, Milena y Javiera Parra, Magdeleine Brumagne, Silvio Rodriguez, Isabel Allende, Roser Bru, Paco Ibañez, Mercedes Soza, Daniel Viglietti, Criistián Warnken, Fidel Sepúlveda, Inti Illimani y muchos más.

Dirección, Guión y Producción: Luis R. Vera.
Fotografía y cámara: Raquel Baeza Martínez.
Música: Violeta Parra y Tita Parra.
Edición: Mario Solís.
Cámaras: Jorge Sgombich, Eddy Frodden, Barbara Carrasco, Germán Liñeros, Francisco Ovalle
Gráfica: Francisco Gilbert.
Sonido: Jairo Molina.
Fuente: arcoiris.tv (Chile)
http://es.arcoiris.tv/modules.php?name=Unique&id=272







El baño del Papa

Por Hugo Salas
En 1988, Juan Pablo II visitó el pueblo uruguayo de Melo. Los locales se aprestaron a recibir a los miles de fieles esperados con puestos de comidas, bebidas y souvenirs. Pero uno decidió esperarlos con lo que nadie les iba a ofrecer: un baño. Sobre esta idea, los uruguayos Enrique Fernández y César Charlone filmaron El baño del Papa, una película que expone la pobreza de un modo poco común: con humor y ambigüedades.

El realismo, género burgués por excelencia, no tardó en dar a luz al realismo social, discurso con que esa misma clase imagina, representa y conjura a los pobres, siempre en la cornisa entre la preocupación genuina y el paternalismo hipócrita. En cuanto al cine, con su eterna disyuntiva, ser o no ser popular, ya Buñuel atacaba las películas de De Sica (Ladrón de bicicletas, Umberto D) porque “mostraba a los pobres en un estado tan beatífico que daba pena sacarlos de la pobreza”. ¡Qué hubiera dicho de ver los “nuevos cines” de fines de siglo XX, ocupados en convertir a los excluidos en objeto estético!

Como quien no quiere la cosa, el estreno de El baño del Papa, de los uruguayos Enrique Fernández y César Charlone (el director de fotografía de Ciudad de Dios, dato nada menor para lo que sigue), viene a poner en tela de juicio a todas esas producciones prejuiciosas y reglamentariamente aburridas (no podría ser de otra manera, son cine culposo) que durante los últimos quince años han tenido, en el Río de la Plata, la representación privilegiada de la pobreza. A diferencia de esas historias “simples”, donde se sobreentiende de antemano que nada extraordinario puede ocurrir, aquí la anécdota es sencilla, pero totalmente fuera de lo común. En 1988, el pueblo de Melo, en la frontera con Brasil, recibió la visita de Juan Pablo II. Los medios esperaban, con su tendencia a la magnificación, la visita de unos 50 mil fieles, por lo que los habitantes del lugar se aprestaron a “recibirlos” con comida, bebida y souvenirs en puestos improvisados. Querían “salvarse” (y no en los términos en que ofrecía el sacrosanto padre, precisamente), pero finalmente fueron menos de 8 mil los visitantes, muchos de ellos de los alrededores, y nadie vendió nada.
Lejos de cualquier tono de denuncia o doliente, El baño del Papa acierta al elegir el humor como registro. Para ello se concentra en el personaje de Beto, un bagayero a pedal (realiza el contrabando en bicicleta) que tiene la idea de construir un baño para los visitantes. Su lógica, como la expone a su mujer y su hija, es impecable: si todos venden comida, y viene tanta gente, van a necesitar baños. Ocurrente, astuto, porfiado y por momentos ingenuo, su personaje es francamente adorable, sin que esto implique convertirlo en un beato, ni dejar de ver –gran acierto de la película– sus zonas oscuras; de hecho, el desarrollo de la trama pondrá a Beto en una serie de disyuntivas entre el cumplimiento de su propósito y su dignidad, e incluso la lealtad a sus amigos.
Lo asombroso, después de tanto tiempo, es que exista una película que se permita abordar la pobreza exenta de cualquier miserabilismo, una película que puede mostrar las duras condiciones en que viven sus personajes sin por ello negarles (ni a ellos, ni al espectador) el derecho a la ocasional alegría, a los anhelos inconfesables e incluso a la ambigüedad. Esta diferencia fundamental se advierte en el modo en que se trabajó con el elenco de actores profesionales y no profesionales: en vez de acentuar la brecha entre unos y otros, aquí se ha buscado un tono medio que desdibuja esa frontera. En El baño del Papa no hay actores haciendo de pobres y pobres en estado de naturaleza, exhibidos para beneplácito de las buenas conciencias; hay simplemente actores, ni más ni menos que eso, representando una comedia, en el marco de una ficción que procura, por otra parte, ser popular. Desde ya, esta búsqueda abre una discusión compleja, pero no deja de ser un movimiento interesante el de un realismo donde los pobres no sean sólo el objeto estético para un consumo burgués sino también sus posibles destinatarios.

Hugo Salas
Fuente: Suplemento Radar, Diario "PáginaI12", 23.11.2008
http://www.pagina12.com.ar/

Recopilaciones: Charles Bukowski



PÁJARO AZUL
(BLUEBIRD)


hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí dentro, no voy
a permitir que nadie
te vea.
hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero yo le echo whisky encima y me trago
el humo de los cigarrillos,
y las putas y los camareros
y los dependientes de ultramarinos
nunca se dan cuenta
de que esté ahí dentro.
hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí abajo, ¿es que quieres hacerme un lío?
¿es que quieres joder mis obras?
¿es que quieres que se hundan las ventas de mis libros
en Europa?
hay un pájaro azul en mi corazón
que quiere salir
pero soy demasiado listo, sólo le dejo salir
a veces por la noche
cuando todo el mundo duerme.
le digo ya sé que estás ahí,
no te pongas
triste.
luego lo vuelvo a introducir,
y él canta un poquito
ahí dentro, no le he dejado
morir del todo
y dormimos juntos
así
con nuestro
pacto secreto
y es tan tierno como
para hacer llorar
a un hombre, pero yo no
lloro,
¿lloras tú?

CHARLES BUKOWSKI
(VERSIÓN DE EDUARDO IRIARTE GOÑI)
Recopilación de Marco Antonio
arkanteos@yahoo.com

Miriam Cairo: El sexo de los débiles




La invitación
Disculpe, pero quizás yo también sea una persona. Por eso lo invito a comer esta noche, en mi casa. No estoy hablando de sexo. No quiero alertar a sus órganos reproductores. Sólo lo invito a comer, a beber, a dormir. La procreación es cosa de los fecundos. Yo deseo ver su manera de estar de pie sobre una lámina fina de quietud. Prometo no respirar más de lo necesario.

La advertencia
Alguien podría hablar de mí como un jinete con referencias de una carne rosada y viviente. Pero no se preocupe. Con usted no seré jinete. Aunque desde donde estoy es difícil quejarse. Tengo las llaves de la puerta de un mundo que no tiene puertas. Si usted viniera, deberá saber algunas cosas.
Las mujeres que llenan las páginas de las grandes epopeyas saben vivir y morir con esa doble máscara furiosa. Pero yo tengo una mórbida preocupación por no caer en el lugar común de la proeza.

El caracol
¿Será importante lo que siente un caracol? Es una cuestión demasiado ardiente, sobre la cual, algunas personas pueden reencontrar alguno de sus problemas humanos, es decir, alguno de sus límites. Sobre todo, porque el caracol está a un paso de ser babosa. Ya ve. Nunca seré una mártir que se inmola por las grandes cosas.

El cuerpo
Primero es necesario tener un cuerpo. Un cuerpo que a uno lo acompañe, lo cobije, lo exulte, lo tiemble. Un cuerpo que no evite las partes bajas.
Usted no es quien me ha enseñado todo lo que sé, pero podrá enseñarme aquello que todavía no sé. Si es necesario le daré la mano guiñando sobre el abismo cómplice.

Los hombres sin luz
Esta distorsión entre el hombre caracol y el hombre babosa, entre la mujer caracol y la mujer babosa, es la célula de una biología quejumbrosa. Con la falsa idea de un todo en uno, los hombres sin luz continúan allí donde todo se ha extinguido. Qué más da. Son los mandatos del mundo que no habito. Por
eso lo invito a comer esta noche en mi casa. No estoy hablando de sexo. A menos que usted desee hablar de sexo. Los hombres sin luz creen que es lo mismo abrazar una almohada que sostener un lucero. Y continúan allí. Nunca saldrán de allí donde todo se ha extinguido. Esto es lo que he dado en llamar la estética mórbida.

La noche
Se puede explicar una obra por su época o su proyecto. A mí me expulsa la época con su siniestro proyecto. He intentado no dejarme caer en la dulzura y los besos, pero el resto del mundo lo único que ofrece son bocas amargas como un pozo ciego. Venga. No hablaré de sexo, a menos que usted creyera que valdría la pena hacerlo. Seremos la noche y nos habremos perdido. Así hablo yo, cuando la noche vuelve y nada puede doler.

La inclinación
Tengo una inclinación natural por pensar en lo que nadie piensa, creer en lo que nadie cree, esperar lo que nadie espera. Para el resto están los escritores que dicen lo que hay que decir de tan grandes maneras. Venga a mi casa a beber, a comer, a dormir. El sexo de las babosas no nos necesita. El aparato no nos necesita. La literatura no nos necesita. Las especies en extinción no nos necesitan. Si la mejor parte del alma es la más fuerte, las mujeres babosa y los hombres caracol morirán alados.

La enfermedad
Yo sólo creo en la parte más débil del alma. Yo no necesito un hijo suyo.
Usted no necesita una hija mía. No quiero anudar su vida con un hilo de oro.
Sólo lo invito a pensar un horizonte tangible de besos quemantes. A sentir un pecho alegre que hereda sangre de una pleamar rumorosa. Todo lo que pasa, pasa despacio aunque muera de prisa. La voluptuosidad del caracol es análoga a la de la babosa. La cópula entre el hombre caracol y la mujer babosa es ejemplar e inocua. Pero la cópula de los débiles es una enfermedad destellante.

Los débiles
La inmoralidad proviene de mezclar la moralidad de una cosa con la moralidad de otra cosa. La cópula de los débiles no debe medirse con la vara de las babosas. Por eso lo invito a comer, a beber y a dormir. Mi sexualidad cabalgante no puede mezclarse con el sexo de los buenos. Cada cual en su mundo.

Rápido vuelo
Cuando usted venga y ponga sus alas en mis pies, prometo no lanzarlo en rápido vuelo. Al verlo atado a una roca y expuesto a la voracidad de los honrados, no me enamoraré de sus ligaduras. No preguntaré por la razón de su cadena ni la causa de su duelo. No veré su corazón famélico como una bestia cautiva y mal alimentada. Cada cual tiene derecho a prolongar su desdicha.

El riesgo generoso
Cálmese. Por más que uno esté vivo todo cuanto se pueda, siempre llega la noche y se está menos vivo. En mi lecho, no romperé sus tetillas buscando el descargar del cuerpo. No guardaré una palabra entre los dos labios. Un suspiro entre los dos labios. Su dedo entre los labios. Sólo lo invito a ser un poco improbable. Desde donde estoy veo que el mundo es un esqueleto y el sexo de los débiles un generoso riesgo.


Miriam cairo
cairo367@hotmail.com
Fuente: Diario RosarioI12
http://www.pagina12.com.ar/