domingo, 7 de octubre de 2007

Cristina Villanueva: ¿Pensar es un delito?

En mi estado de distracción elemental, escucho apenas la radio del taxi. El debate es serio, apasionado y complejo. Se que están hablando de football.¿Qué otra cosa puede arrastrar en esta época ligth, un interés tan profundo,un desmenuzamiento tan sutil de todos los detalles?, ¿acaso las guerras? las que ya mataron a tantos, las que se dicen inminentes con una naturalidad desoladora, ¿el destino triste de las minorías de poder?,nuestro planeta acosado por la impudicia
del saqueo, unos indios muertos en el Amazonas para avanzar sobre los
árboles?.
Ante un partido esos temas menores retroceden. Pueden incluirse en los pocos intereses colectivos que despiertan apasionados análisis algunos programas de tv. Pienso como Eco, que hay un afán totalitario de involucrar a todos, por hacerte sentir marciano si no te interesás.Me pregunto qué hay detrás de ese regordeo del pensamiento filosófico abocado al destino de una pelota o varias, o del porque de la exclusión de los participante que bailan o cantan por un sueño.Será que así no parece tan inmoral que un país se otorgue a si mismo el derecho ¿divino ?de decidir quienes viviran o moriran. Hay rincones del mundo donde la vida de los hombres, de las mujeres, y de los niños tiene escaso valor.Es preferible no pensar en los chicos nacidos en los lugares
equivocados.Después de todo si no se hiciera eso,asesinarlos, quien sabe si se podría seguir con el derecho humano de tener cinco o seis autos por familia de cinco integrantes, por supuesto en otros sitios. La violencia nos llama la atención cuando la usan los que se tienen que ir,no de una casa, ni de la posibilidad de seguir bailando o cantando,los que quedan excluidos de nuestra consideración, como personas que son,los que dejamos solos en la indiferencia que niega el calor,el abrigo,la piedad, de la mirada de un par humano.

Te venden los partidos,los temas de conversación,los cementerios privados, el cielo de las ciudades horadados por carteles que siguen vendiendo, ¿si no comprás qué sos?, ¿todavía sos?. No sólo debés comprar mercaderías, también ideas. Si en lo que te quieren mostrar como tierras generadoras de demonios,vos ves paises habitados por seres humanos distinos a otros y entre sí,que no piensan todos igual. Vos podés ser la endemoniada. Cuando la iglesia arrojaba mujeres a la hoguera quíen podía decir que no eran brujas, tampoco hadas, que eran simplemente mujeres que no se acomodaban a la injusticia.
Un llanto sin llorar se queda en la garganta.
Los carteles dicen Grandes DES CUENToS, me asusto. Será un llamado a deshacer los cuentos,las historias que nos unen en una trama humana.

Cristina Villanueva
pluma@velocom.com.ar

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