domingo, 4 de marzo de 2007

Viviana Pelle: Un sueño y dos poemas

Un sueño

Me parece como que en realidad todo fue un sueño. Un bello sueño en el que me enamoraba de un hombre, como que si en realidad yo misma lo hubiese creado, su imagen, su mirada, sus manos, su voz. En un sueño a veces vemos personas que nunca en la vida hemos visto por eso creo que yo soy su inventora. Creo que fue un sueño tenerlo entre mis brazos, en mi boca; sus caricias suaves en mi piel. También fue un sueño que él tocara la guitarra y haberlo oído cantar en voz muy alta pero tan dulce como esa miel de abril labrada por abejas trasnochadas que se inclinan sobre el tronco de un árbol, aquél capaz de dar mucha sombra para que sea más fácil seguir soñando. Verlo feliz y que riera fue un sueño pero también aquella vez en que nos levantamos la voz y fuimos cayendo en un sueño mas pesado cuando tuve que dirigir palabras terribles en su contra y pesadilla fue cuando al hablarle le dije que se fuera tan, tan lejos de mi que el sueño tuvo que terminar mal porque él me dijo que no me amaba y ya me lo venía diciendo desde siempre de diferentes maneras; por eso mis furias y mi no entender, mi no entender que yo estaba adentro de un sueño. Y ahora entiendo, entiendo que no puedo volver a él. Que no puedo regresarlo simplemente porque todo fue un sueño. La realidad dice que no es posible poder volver a un sueño y cambiar una historia. Alguna vez ése hombre me dijo que tenía facilidad para despertarse de un sueño y regresar a él y ahora me doy cuenta de la razón por la cual nunca me enseñó a hacer eso. Si alguna vez me hubiese dicho que me amaba ni siquiera me acordaría de su sabio juego, ni tendría intención alguna de aprender esas raras técnicas que solo son reales en los personajes que pertenecen a un sueño.
La realidad dice que tengo que despertar de él, de ese sueño, y darme cuenta que él es un imposible, que no existe, que no es real y que todo fue un bello, dulce y final triste sueño.
(9/06/05)




Yo estaba el otro día en el hockey club
y pude ver muchos pájaros cantando
y otros que caían
Había nubes que oscurecían la noche
La luna lloraba estrellas
La hierba ya no era hierba ni era verde
y ví ángeles morir muy cerca del horizonte
adonde ya no quedaban alas para emprender un vuelo inolvidable
Otro día pude ver hombres ciegos,
de sus ojos caían muertos rayos sin color
nada decían y ya no suspiraban al oír cantar a las aves
de la madrugada del día de la noche
en que dejaron de ver todos los soles.






No me importa, yo lo sé
Como si él hubiese sentido por mí
un amor platónico como el de un niño
En el lecho se comportaba como un hombre
¿era un hombre o era un niño?
No lo sé, yo lo amaba
como una niña platónica a un niño platónico
En el lecho éramos una mujer y un hombre
Discordancia? vacíos?
Qué es todo?
Qué es el amor?
Qué es que lo que transforma al amor en algo real?
Cuál es el verdadero amor?
No me importa, yo lo sé,
yo lo amaba.
(18/02/07)



Viviana Pelle
rossopelle@ciudad.com.ar
http://vivipel.blog.terra.com.ar/

Mónica Russomanno: 2 ensayetes

TIEMPO DE MI

Hoy amaneció con lluvia, uno de esos días que los malos escritores describimos como grises. Pero es cierto que la lluvia calma y los cielos sin luces ni celestes reducen los gestos y aplacan los entusiasmos. Se agrisa, se enceniza, se cuela un género de monja de clausura en los ánimos, digamos en el ánima, por qué no, por qué temerle a la palabra ánima si no es fantasma tembloroso en el armario, si es la propia ánima, animalito asustado, recogido en un rincón húmedo de las propias clausuras y profundidades.
Afuera llueve y se desdibuja el mundo. Arrastra la lluvia los sonidos, llueve notoriamente hacia los suelos, se mojan las plumas de los pájaros y no hay redención para las canciones que quedan en el fondo de la garganta. Si, llueve sin viento, sin emoción, llueve sin ganas.
Decimos que hace un tiempo horrible; tiempo como eso que sucede afuera, el clima aquí en la ciudad o en el campo, esa cosa determinada por la estación, los vientos, las rotaciones de los astros. No el tiempo en horas y minutos sino el tiempo de sol o lluvia, un efímero tiempo de mirar por la ventana y decir “hace un tiempo horrible”. El tiempo de nuestro pequeño espacio alrededor. Tiempo de manga corta o pantalones largos, de lana o algodón. Un tiempo de temperatura y humedad, el que anuncian por la radio y que constatamos al través de los vidrios empañados.Alguno tendrá la coraza que provee un estado de dicha. No me ocurre hoy. Coincide punto por punto el tiempo de allá afuera con el que se me ha instalado por adentro. Me miro en el espejo, me digo “mañana saldrá el sol” y no lo creo.
Lo sabe el hornero que ya revuelve el palito en el barro para reparar su casa, la torcaza que busca ramitas para su nido endeble. Lo sabe la perra que se lame morosamente una pata. Lo sabe la mendiga de turbante, que ha dejado su bolsa bajo un alero, y pacientemente deja que el tiempo transcurra sobre ella. Los niños lo saben, haciendo planes para ir a pescar cuando escampe, para jugar a la pelota, para recuperar la vereda.Parece que sólo dudo yo de que mañana el cielo vaya a azularse gozosamente. Será que el tiempo de afuera es tiempo de mi. Ya va a pasar. Por hoy, me fundo en esta escala de grises, el tiempo gris me pertenece. Me digo gravemente “mañana saldrá el sol”. Hoy no, hoy me llueve.



ECLIPSE OCULTO

El eclipse sucedió allá lejos, muy lejos, tan arriba en esa luna familiar y extraña, la luna siempre la misma, presente en las noches que no vemos y en las que vimos.Se ha obscurecido la luna, se ha puesto roja, ha revelado su superficie convexa de esfera celeste. Allá detrás de las nubes, para otros ojos, para quien no se halle debajo de las nubes nocturnas que se empeñan en ser garúa para regalar un entramado sutil en los faroles.
Desde aquí y tras las ventanas hemos visto oscuridad y agua, hemos visto la textura móvil de las gotas minúsculas, y hemos apenas presentido que la tierra negó la luz del sol a nuestra siempre luna. Eclipse sin ojos, eclipse ciego.Sabemos con las yemas de los dedos, con los vellos sensibles del borde del espíritu, con un leve temblor de la piel sabemos que esta noche y para nadie la luna se vistió de largo, se puso pendientes, se engalanó y bailó con gasa transparente. Hoy la luna puso fanal a la bombilla, se soltó la cabellera, se recostó en los cielos y extendió rubor en las mejillas.Impúdica luna la luna a media luz. Luna de otoño, luna desvelada.
Horadan mis ansias esta lluvia y estas nubes. Detrás ha ocurrido el eclipse, y ya ha acabado. No lo vimos. Pienso que no veré muchos más. Recuerdo otros.Inclina a la meditación un hecho único y precioso. Nos deja a solas con los pasados en sepia y los mañanas de incertidumbre.
Siento la precariedad de mi silueta contra el negro de la noche. Ruego que me vea el hombre cuando ponga fanal a mi bombilla, cuando baile a media luz, cuando deje caer los velos.

Que no ciegue la lluvia a mi amor. Que no me oculten de él ni estas nubes ni otras aguas.

Mónica Russomanno
russomannomonica@hotmail.com

Marita Ragozza de Mandrini: 3 poemas


YO SÓLO QUIERO . . .

Yo sólo quiero ser invisible,
un simple pedido
que no involucra a nadie más.
Cuando estoy con una persona
siento que sólo la mitad de mí misma está presente,
cuando estoy con dos personas
siento el cuarto de mí misma,
cuando estoy con tres personas,
siento el tercio de mí,
cuando estoy en una multitud
siento que no soy nadie.



ORIGEN


Voces y pedazos
chapotean en mi sangre
entre recuerdos y olvidos,
siempre en espiral,
más,
más en espiral,
más ,
más rápido . . .
vivir es ir al mismo sitio
en que se tarda una vida en perder,
sitio del comienzo
tan sólo para comprender
que el origen se ha movido.



VIDA – MUERTE


La vida es camino
de viento astillado,
visión de dados en el trueno,
llave que busca la puerta,
flecha que desemboca en sí misma,
la muerte la rodea
en abrazo carpintero.


María Eloisa Ragozza de Mandrini
ragozzamarita@yahoo.com.ar

Rubén Vedovaldi: ¿A dónde va la palabra?



¿ADÓNDE VA LA PALABRA?

La palabra no viene de la cosa,
no puede entrar a la cosa
y ser una con la cosa.

La palabra puede nombrar a un hombre
sin revelarlo
y el número puede cifrar a un hombre
sin descifrarlo
porque una cosa es el hombre
y otra cosa es el nombre;

una cosa es la rosa
y otra cosa es el nombre de la rosa

el beso y el olvido
no son palabras

¿hay soledad anterior al amor?

¿hay poesía sin voz y sin carne?

No hay signo muerto, no hay lengua perdida.

Tal vez por eso anda la poesía
queriendo revestirse de palabras,

para que las palabras quieran
desnudarnos.



Rubén Vedovaldi
vedonet@netcoop.com.ar

3 poemas breves de Mirta Liliana Urdiroz

lloraron las margaritas
aquel abril
el blanco cayó sombra
sobre el camino
y ya nadie intenta
la danza entre doncellas








Se perfuma de menta tu patio
al atardecer
trae tormenta escondida
Se perfuma de menta el aire
y las gotas
comienzan a caer en agonía
sobre el patio gastado del ayer
Ya es noche
ya es lluvia
y la menta duerme






y el vocero del rocío
trae llanto
trae despedida
tú ya no estás yo,

no he llegado todavía


Mirta Liliana Urdiroz
Todos los derechos reservados
mirtaurdiroz@yahoo.com.ar

Poesía de Silsh


Sutura

Escondida
detrás de un alfiler
devana los recuerdos.

Se escapa suave
el níquel de sus ojos.

Desenhebra quietud
en un enredo de domingo
y cae
por las paredes del dedal
su frío contrariado.

Brusca locura
retroceder al bies
cuando la toman por sorpresa.

Sutura de la tarde
que ciñe
puntillosa
al nudo en donde asoman
sus hilachas.


© Silsh
(Silvia Spinazzola)
-Argentina-

silsh@silsh.com.ar
www.silsh.com.ar

Un texto breve de Andrés Gustavo Fernández Ayala


LOS TATUAJES DE DALILAH

Dalilah ató su cuerpo al tarot de las aves que viven del Nilo.
Sus hermosos pies desnudos de libélula pueden orbitar contra la gravedad de la Tierra y sus piernas blancas como puentes se afirman al sonido de tambores cuyo pulso llena el cáliz de los sexos; ambas se conectan a través de un protolenguaje armado a partir de ritmos orgánicos y arquetipos cuya tensión tiene la impronta de un Big-Bang oculto en una cesta o un Loto de diez pétalos apenas cubierto por las hojas del suelo.
Ellas se pertenecen a sí mismas cuando se pertenecen una a la otra.
Y su vitalidad se incrementa a medida que en sus batallas más se juega la vida y la muerte. Los tatuajes son las marcas de triunfo sobre la magia de su oponente, y solo la que predomine podrá dar a Luz las Notas de los Elementos faltantes.
Es entonces cuando los animales ceremoniales de Dalilah la flanquean arrastrándola dolorosamente hasta los portales donde toda su vida será música. Mientras baila advierte que ese momento estaba tatuado en uno de sus tobillos con un jeroglifo gracias al cual ahora cruza ambos mundos. Su sexo pulsátil exorciza a su único dueño.


Andrés Gustavo Fernández Ayala
pachakamakin@hotmail.com

Mary Acosta: 2 poemas de "La República de los Tristes"



EVOCACIÓN

Lágrimas de fuego inundan las ciudades
atormentadas por los siglos.
Esquizofrenia descompensada
seduce abruptamente al invisible rey de las tinieblas
escondido entre surcos de mil formas.
Viajante sin descanso,
navega por el océano de la espera
hacia el último grito de la sangre.
Sus muecas flotan sobre continentes espasmódicos,
y amenazan el ritmo de ciudades dormidas;
mientras,
remolinos de odio,
se extienden sobre las barreras de fastidio
enlutando la densa geografía.
Ya marcha el verdugo torturante
por el límite indefinido de las sombras,
arrancando los brotes
de una divinidad en gestación.



CONSAGRACIÓN

Me contemplo inmóvil,
sobre la cima de la pirámide
que alumbra mi mudo nacimiento.
El arcángel misterioso de la vida,
penetra por mi alma,
se adentra en mis raíces
y tras la insondable soledad
crea la arquitectura de mi misma.
Una sensible imagen en construcción
aguarda sus femeninas formas,
sin latidos reales
sobre la ingrávida y prematura materia.
Al traspasar los velos de la esencia
astros fantasmagóricos
me regalan un nombre
y en forma hermética
encierran cuantitativamente
un número de frágiles huesos.
Ahora vivo enfrascada
dentro de una apariencia,
junto al tapiz transitorio que llaman piel,
admirando el cielo soñado
por supremos arcanos celestiales
que intentan tatuar
la medida exacta de mi cuerpo,
sobre los últimos retazos de mi origen,
y ante el indiferente destino
que consagra nuevamente
el sublime ensayo a morir de pie.


Mary Acosta
Del libro inédito "La República de los Tristes"
poemasdemary@hotmail.com

Marta Zabaleta: Un nuevo poema

The excruciating pain of being a refugee
(El atroz dolor de ser una refugiada)

At the exhibition 'Belonging :Voices of London Refugees'
Museum of London , London , 2006-2007



En llagas
el tiempo del pasado
se esconde
en manos de nubes
y me remonta.
Vuelo
aferrada al deseo de crear
un lugar
adonde podamos ser
de nuevo,
volver a ver
lo que entonces vimos,
llorar
por la inquietud
perdida en la distancia
con el cuadro a mi lado
de Muriel
dormida en la esperanza
y con sus versos me digo

"Tierra mía
Puñado de tierra amiga
Hoy me llamas, pero es tarde
No hay regresos ni mañana
Y si hubiera: No lo sé."
La voz cercena la garganta
dilata la sangre las pupilas
una madre somalí le da
la mano al crío.

Bajo este mismo techo
en que hoy dormitan
los ositos de mi hija,
la manta prisionera,
mi hijo que entrelaza
música africana
con su chal escocés
cargado del perfume
de su cuerpo y el mío.

Una guitarra mira,
un tambor bosteza
y el silencio celebra
con notas de la lluvia
un atardecer de fiesta.

Con coros de Bosnia
envuelta en la ternura
con mis hijos y amigos,
con la vida, intacta
aquí, en Londres
existo, todavía.


Marta R. Zabaleta .
Representing CARA
(Council for Assissting Refugee Academics) .


9th February 2007

Nota:
Muriel Dockendorff Navarrete, desaparecida en 1974 ,Chile, 23 años
.

Alejandra Merello: templa en Mart Rogelio



Capitulo 1

Entre crucifijos, ostias y sonetos, Rogelio transcurría sus días de mocedad, acudiendo cada tarde a la parroquia ,cumpliendo con sus tareas de monaguillo ,portero ,y asistente del sacerdote ,con dedicación y entusiasmo sus tareas iban desde arreglar el altar con las flores que las vecinas traían ,hasta disponer la modesta comida del párroco.

Desde pequeño su vocación religiosa se manifestó claramente, avocándose a leer vida y milagros de los santos, mas tarde se inclinó a una lectura mas intensa y poética ,sumando se a los poetas con sus maravillosos sonetos ,increíbles para un niño .Rogelio y una tía ,quien ejercía como su tutora ,conformaban la familia ,la tía que inesperadamente había recibido este niño bajo su responsabilidad
solo se ocupaba de las básicas necesidades del pequeño ,así que Rogelio ,se sentía protegido por la poderosa tutela del supremo.

Cuando despuntaba el joven sobre su cuerpo, Rogelio sitio el despertar de algunas sensaciones, tan placenteras como indomables, justamente, que en las noches tórridas de verano, cuando su adrenalina juvenil lo invadía ,él tomaba una lapicero y alguno de sus cuadernos y con febril pasión ,narraba las exuberantes epopeyas ,pletóricas de mutilaciones y sangre, dónde Rogelio no dejaba de relatar sin escatimar detalles de agónicos sufrimientos. Sentado en su raposera de madera y lona ,en medio del despojado jardín, encendía su pasión y sueños de gloria. Una mañana, mientras arreglaba las sabanas remendadas de su cama, Rogelio decidió tomar compromiso con su fe, en ese mismo momento se arrodillo frente al crucifijo que pendía de un endeble clavo en la pared de su cuarto, haciendo votos de obediencia, nobleza y por sobre todo de castidad.


Capitulo 2

Aquel atardecer del jueves santo ,Rogelio recorría los bancos de la iglesia, ultimando los detalles antes de la misa ,cuando le pareció ver una sombra en la primera fila ,sacudió sus ideas y siguió en su tarea, pero poco tardo en oír el leve crujir de unos extraños pasos. Intrigado se acerco con sigilo a la primera fila de bancos, donde efectivamente allí estaba el hombree sentado y mirando hacia el altar, extrañas sus ropas, ajadas y con un olor particular, que anegaba poco a poco la parroquia, una mezcla a mirra y herrumbre. Se puso a la par del hombre e intento disimular su exaltación ,ante la figura que se elevaba frente a sus ojos .El hombre busco la mirada de Rogelio ,hasta unirlas, extendió su mano fuerte y curtida ,aferrada a un rollo de papiro amarillento ,el que ofreció a Rogelio que aun boquiabierto tomo sin mediar palabras. Giro y busco la puerta, el camino hasta la calle precia interminable, hasta que por fin sintió el aire renovado de la noche, y como sin poder reaccionar llego a su casa con el papel en la mano. Aún en estado de desconcierto intento con manos trémulas, desenvolver celosamente el papiro, dejar ante sus ojos, un mensaje en trabajadas letras góticas, un idioma que para Rogelio resultaba irreconocible.Al menos pudo descubrir algunos nimios vocablos en ingles, que se mezclaban con algunos términos en francés y otros en italiano. Numerosas emociones, concluyeron con el brío de Rogelio, con el escrito nuevamente enrollado salio al patio buscando auxilio en su mística reposera, en ella se derrumbo con todo el peso de su cuerpo, el cielo de finales de Marzo estaba despejado y estimulaba a sumergirse en ese océano de estrellas..
La luz encandilo sus pupilas, y Rogelio intentando cubrir sus ojos con el papiro, sintió que la reposera, se desune de la tierra aproximándolo hacia la luz, que cada vez se tornaba más aguda.



Capitulo 3
Un recuerdo infantil se mezcla con la confusión, torna a su memoria una tarde de Domingo, trepando a un avioncito volador del parque Independencia, la tía a su lado y la emoción cuando comenzó a girar, y la mano de la tía tomando la suya y el vértigo que subía por su columna cuando lentamente el avioncito despegada de la guía de acero.
Con la boca reseca, Rogelio despertó sin entender que había acaecido, extrañamente seguía sobre la reposera, eso lo acerco a lo cotidiano ,ya no estaba en el jardín ,ni en otro lugar de la casa ,ni en su barrio ,un olor acre inundaba el clima, luces pequeñas y paredes de acero lo rodeaban, sintió una profunda sensación de angustia y desolación. Corriéndose una de las paredes, la imagen de un hombre emergió de las sombras y Rogelio paso de la angustia al deliberado pánico,
su corazón se exaltaba ,a medida que el hombre se acerca hasta enfrentarse a Rogelio que ahora de pie junto a la reposera ,no sale del asombro. El hombre lleva en su manos algunos objetos, que Rogelio no llega a definir , el hombre enfrentándolo extiende sus brazos y se los ofrece
con actitud serena. Rogelio, entiende muy poco y solo acepta, con manos tensas. El hombre gira y vuelve a sumergirse en la oscuridad, tras el se corre la pared radiante, Rogelio vuelve a sentir la desolación y con los trapos entregados por el hombre ,se queda con la mirada vaga.

Tendido en la reposera trata de serenar su zozobra ,retoma la secuencia que lo llevo a ese lugar ,el hombre del banco de la parroquia y este que había aparecido tenían algunas cosas en común, quizás la altura ,las ropas que cubrían la solemnidad de ambos ,y la cruz que afloraba de su pecho.

No quiso ahondar, porque lo ponía mas frenético, entonces desplegó las telas hilachosas que el hombre le había entregado, no había terminado de escrutar lo que sostenía en sus brazos cuando otra de las paredes se desliza y otro hombre emerge de las sombras, o quizás el mismo ,Rogelio tan desconcertado le parece que es el mismo, el hombre se sitúa frente a Rogelio ,y esta vez le entrega sin mediar vocablos, la pesada espada ,del pomo pende un estandarte, que se abre hacia la punta en dos triángulos de tela desgastada ,además le ha dejado un escudo brillante y un casquete con señales de abolladuras heroicas en su superficie.
El hombre se retira como si estuviera sobre una cinta mecánica que lo traslada hasta la abertura.
Rogelio, fija su atención en inspeccionar los objetos para no ser invadido por la aflicción que le genera el no saber porque se encuentra allí.
Con movimientos minúsculos, cumpliendo con la tacita consigna que le han designado aquellos hombres, comienza a vestirse lentamente .Cuando aun sentado en la reposera, toma la espada y esgrimiéndola desde la empuñadura ,un bramido ancestral parte su pecho y vibra sobre los tabiques de acero ,”el legado de Jaques de Molay ,late en su corazón” .
Desploma su peso sobre el respaldar intentando reponerse de la conmoción, solo semejante al día que comulgo por primera vez, luego,un poco mas repuesto ,y con los ojos fijos en una de las fosforescencias rojas, oye una voz inquebrantable , que sorprende a Rogelio de su serenidad. Escucha su nombre y turbado mira hacia los costados buscando de donde nace la extraña transmisión, por supuesto nada encuentra y solo intenta dar oídos a las indicaciones.

1- Situad el casco en tu cabeza y asid la espada
2-Esperad en la compuerta 3 hasta que os de el bip de salida-stop-


Torpe ,espantado y disciplinado Rogelio sujetó la adarga con su mano libre y se aproxima con paso estable hacia la salida indicada , advierte que sus piernas ya no responden ,lleva su mano izquierda hacia su pecho , un ardor extraño le quema los dedos, acaricia las bordes de la espada reposada sobre el lado de su corazón y sale por la compuerta, el paisaje inaudito, lo impresiona a tal punto de creerse un guerrero, enérgico, da algunos pasos ,cuando el brutal rugir de un bárbaro lo fisura ,contrae su cuerpo y en una posición irreflexiva eleva la espada retando la ignominia.



Alejandra Merello
juanaines_ar@yahoo.com.ar

Miriam Cairo: La autonomía del amor

LA AUTONOMÍA DEL AMOR
Por Miriam Cairo

a Elisa

A mayúscula y B mayúscula almuerzan juntos en X Lucida Console antes del viaje que A mayúscula hará con C mayúscula y d minúscula, para sobreponerse de un complicado año de trabajo y no dejar de cumplir con el rito anual del grupo familiar. A mayúscula ama a B mayúscula pero aun así se esfuerza por mantener un vínculo más o menos saludable con C mayúscula, para preservar el orden emocional de su amada d minúscula.
B mayúscula no emite el chillido huracanado de la queja porque en su momento ella también creyó que el orden emocional de sus letras minúsculas dependía de su capacidad de sostener un vínculo más o menos saludable con la letra mayúscula de rigor.
Según Umberto Eco (1997), sostener un vínculo más o menos saludable puede ser entendido como hecho semiótico. Así, el signo emocional de permanecer en una relación para no causar pesar a un tercero que nada ha hecho para que la realidad de los dos primeros se torne insoportable, es comprendido por el observador según su conocimiento del mundo y por el receptor (B mayúscula), en tanto comparte con el emisor (A mayúscula) una misma percepción del contexto que los coarta. Y puesto que todo signo significa algo, el de sostener un vínculo más o menos saludable, simboliza una tremenda desolación.
La comunicación, como actividad interactiva entre sujetos (Bobes Naves, s/f) presupone un sistema de códigos compartidos. He aquí la razón por la cual B mayúscula interpreta el signo emocional de A mayúscula (sostener un vínculo más o menos saludable) como un acto de respeto al dolor de la letra inocente. Es por ello que cuando B mayúscula brinda en X Lucida Console, levanta la copa y sólo dice "buen viaje, mi amor" en vez de desempolvar el gastado manuscrito del reclamo.
A y B dialogan una misma lengua emocional, esto es que ninguno de los dos está completamente convencido de que la propia felicidad pueda ser construida a fuerza de lágrimas ajenas. Desde este lugar se explica por qué A mayúscula no pudo sostener un vínculo amoroso no convencional con E mayúscula y mucho menos aún, con una F minúscula en vías de mayusculización. En el primer caso, se debió a que E mayúscula creía más en los portazos que en la semiología del amor. En el segundo, en cambio, la F en etapa de crecimiento provenía de una generación que se crió con mascotas virtuales y se educó con los formatos de Endemol: no tenía predisposición a las marañas de la cabeza analítica, el cuerpo selectivo y el corazón despedazado.
La relación que une a A y B no deriva de la reproducción de los modelos formales sino que tiene un sentido especial (explicado por Morris, 1939, en La significación y lo significativo), que consiste en crear su propia referencia, "ya que expresan los mismos valores que crean". Así se afianzan en un lazo afectivo?pasional que se opone al discurso religioso, terapéutico, legislativo y moral de todas las épocas.
Por autonomía del amor entre A y B hay que entender la posibilidad que tienen de organizarse y de crear sentido a través de su propia vinculación original y no condicionados por los signos de las relaciones con las que contrastan. Desde esta perspectiva, la sintaxis (forma) semiológica de esta relación, resulta discontinua y desigual. Efectivamente, tienen como forma de expresión la de los amantes furtivos "pero su contenido no tiene por qué coincidir con la de éstos" (Morris, op.cit.). Es decir que la autonomía del amor deriva del hecho de que A y B se rigen por normas independientes, propias de su ser, de sus lecturas y de sus contemplaciones. La forma amatoria configura a su vez ardorosas normas que acaban en peculiares procesos de semantización: crean su propio kamasutra. Los análisis semánticos que organizan el mundo de A y B, en ámbitos de ternura e incandescencia, tienen como consecuencia hechos privados de carácter específico: practican el turismo erótico apremiados por la realidad del contexto pragmático de los escenarios vigentes.
El hecho amoroso es polivalente semánticamente y admite varias interpretaciones. Al desarrollar y realizar su función erótica, lo hace a través del férvido lenguaje de los cuerpos, convirtiéndolo, en ocasiones, en una finalidad en sí mismo: "La forma (de esta relación) no es otra cosa que la suprema abstracción; la suprema modalidad de la condensación del contenido" en breves espacios físicos y temporales (Lukács, 1966,) es decir, hoteles transitorios, turnos de dos horas, almuerzos en X Lucida Console, o en pueblos aledaños donde nadie los conozca.
Todo significa. Todo es susceptible de aportar o de adquirir un sentido: el llamado, el vino, el mensaje de texto, el nombre del hotel, el horario de encuentro, el mordisco, el silencio que comparten.
El sentido de una relación de amor no es el que de un modo directo puedan proponer las reglamentaciones civiles o religiosas, porque no es una acumulación de razones que procedan de unidades reglamentarias. El sentido único del hecho amoroso concreta su forma al relacionar todo lo que lúdica y generosamente son capaces de arriesgar quienes se aman.
De la relación entre sintaxis (forma) y semántica (significación) nace el sentido y aparece la pragmática (uso). Al analizar el significado, pero sobre todo, el sentido del hecho amoroso que une a A mayúscula y B mayúscula, se hace necesario determinar los marcos ideológicos y las posibilidades reales en los que se da su relación de amor: A y B están vinculados en situación de goce secreto y esto acaba por crear la estructura no convencional del propio suceso.
La Pragmática es una teoría que trasciende el hecho amoroso al ponerlo en relación con las circunstancias que lo rodean y no puede seguir métodos estructurales exclusivamente, según Greimas (1966). Pero es preciso aclarar que la relación de amor que une a A mayúscula y B mayúscula no coincide con el ícono de los amantes (aunque reproduzca algunos de sus rasgos) en el sentido que Pierce le da al signo icónico, ya que todo hecho amoroso carece de referente real puesto que, como ya ha sido dicho, crea su propio referente. La materia (sign?vehicle, o vehículo de signo) de una relación de amor encierra parte de las propiedades de una pareja formalmente constituida y a ella se dirige la percepción ajena cuando ven almorzar en X... a A y B. La estrechez moral, que tiene su raíz en la insoportable prosa de la existencia, suele hacer que el juicio ajeno se fije en la materialidad del hecho amoroso porque carece de herramientas líricas para interpretarlo en su contexto y su semántica irrepetibles.
Así, a partir de la Semiología del amor los matrimonios (sintaxis) en ocasiones contienen el valor semántico de vínculo más o menos saludable, y las relaciones de amor (amantes), contienen un valor semántico privado en el que las circunstancias pragmáticas caen con todo su peso sobre la naturaleza de los actos.
Observamos así que el amor, que constituiría el objetivo casi único de la humanidad, sobrepasa la rígida sintaxis matrimonial y la endeble estructura de los amantes para convertirse en objeto de una semiosis ilimitada.


Miriam Cairo
cairo367@hotmail.com

Santiago Bao: Algunos textos de "Despliegues"


DESPLIEGUES
(antología)



ENFRENTAMIENTOS


Qué manera
de enfrentarme al destino
con un cuchillo
que no corta nada.
Sangran los otoños antiguos
en esquinas
donde se arrastran
heridas abiertas
en combates desiguales
hacia la zozobra
de seguir estando
en el camino.



EL DESVÁN ABANDONADO


Siempre habrá cosas
que nunca dijimos
que cuelgan del destino
como murciélagos de polvo
palabras, larvas
de la memoria
encerradas con mil llaves
en desvanes abandonados
para zurcir
las horas inexorables
del implacable recuerdo.



OH, SIEMPRE


Al fin y al cabo
el alma también envejece
los cansancios arrastran
sedimentos de ilusiones
que sangra el tiempo.
El corazón también envejece
como los soles y los astros;
ese pan de soledad
que habita
las remotas alamedas
y alimenta a los ojos
fatigados de los días.
No sólo el corazón
también envejece el alma,
triste destino
para nuestra ilusión
de eternidades,
como esos sueños
que aún sabiendo vanos
insistimos en soñar
para sentirnos vivos.



MEMORIAS


¿Quién defenderá la memoria
de quienes ya no están
y cada vez más borrosos
se alejan en la distancia?
La casa de mis abuelos
habitada por otros que desconozco
aquella casa con mis tíos
discurriendo alegres en el hilo
del mediodía
de los domingos diáfanos
en que el mundo se asomaba
por un momento a los designios
invisibles de una dicha breve.
Ni siquiera ruinas
casas de la infancia
sino sobre sus cimientos
otras paredes ventanas puertas
otras gentes rostros desconocidos
para arrojar sobre la memoria
la arqueología de los derrumbes lentos,
el desamparo del polvo
y el silencio del corazón
del abismo.



BARROS


Desde aquella vez
en que no quisimos
inclinarnos y tocar
el barro de nuestros zapatos
fue que la misma vida
poco a poco
fue haciéndose intocada
huidiza como las flores
de las despedidas.



POLVO DE MOMIA


De esta materia
se alimenta y envenena
mi sangre
tiempo congelado
en la sequedad
de una memoria
terca
en el polvo insidioso
de los residuos
que restaron del tiempo
no vivido.



MEMORY


El polvo
de la memoria pura
es el terciopelo tierno
la tapicería del humo
de madreperla
la pátina de las fracciones
breves del tiempo
la ilusión del fragmento fino
conque están hechas
las inocencias que valen
las lloviznas dulces.



TIEMPOS MALDITOS


Tiempos malditos estos
en que los esclavos
temen romper sus cadenas
y hasta se preguntan
si son dignos de ellas
el amo y el esclavo
satisfechos
la ilusión perfecta
de un paraíso maldito.



SUPERVIVENCIAS


Morir un poco
cada día
ha sido la manera
de que a esta altura
ya prolongada
me haya mantenido
con vida.



TREGUAS


De cuando en cuando
la vida cambia un poco
y vivimos un poco del todo
en un descanso
de la voracidad del tiempo.
De cuando en cuando
vivimos mucho un poco
y como una levedad
se instala en la sangre
y hasta damos gracias
de haber nacido
calla el pensamiento
y las sombras no pesan
solos desmontando al tiempo
la vida cambia
y vivimos un poco
de cuando en cuando.



ALTAS


Cuando advirtieron
que en mi corazón
moraba la tragedia
pero en mi mente
la comedia
me dieron el alta
en el hospital
para locos.



VOLVEREMOS


Y los libros
y esa columna que se disuelve
en un jardín del otoño
Schubert
lo de las palabras y sonidos
de afuera
que están o se posesionan
de los de adentro
y lo que ya está
que viene de vaya
a saberse cuando
y bueno
el agua que hierve
en la pava
esa carta que llegó ayer
el pasto que asoma
por la ventana
las cuentas por pagar
un amigo
que se está muriendo
así tan de repente
la realidad
que le dicen.



LOS TRUENOS DE LA MEMORIA


Yo también me distraje
camino de la escuela
medias hasta la rodilla
guardapolvo blanco
por una piedrita luminosa
por un brillo
que me hacía retornar
por la calle arbolada
de naranjos amargos.
Yo también sentí el desamparo
de cosas que todavía
no se habían ido del todo
y se incorporaron a las frías
sombras de los desvanes
o los sótanos umbríos
y ahora
se aglutinan reservadamente
para congregarse otra vez.
Yo también oigo los truenos
sobre el río de la memoria
y espero la lluvia
que disipará la última lágrima
sobre la gran Madre Tierra
abierta que desde siempre
aguarda.



Santiago Bao
De "Despliegues" (Fondo Editorial Rionegrino)
santinebao@gesell.com.ar
Villa Gesell, Argentina

Haidé Daiban: Buenos Aires se viste...

BUENOS AIRES SE VISTE…


Buenos Aires se viste de madama bonita
Y se calza los tacos porque tiene una cita,
Ya Corrientes con luces,centellea sus piedras,
Ilumina las noches, esas noches de juerga.
Buenos Aires se abre en esquinas doradas
Y así luce sus pilchas en un día de gala,
Sorprendidos amigos de la noche, la miran
Con flechazos de amante , entre corte y quebrada.
Con su pinta conquista, suspendida en un tango,
Aventura diaria de cantarle a su gente,
A sus calles, sus barrios, con su voz trasnochada,
De su historia mundana de inmigrantes hermanos.
Semillero de taitas y de minas diqueras,
Con su viento aromado de glicina y jazmín,
Suspendida su estrella que titila en las fuentes
Y ese extraño paisaje de damero sin fin.
Un puñal fluorescente y guitarras al viento
Recordando al Morocho, con memoria de ayer,
Y el baldío que espera, soledad de arrabales,
Mientras luce su City, sus ojeras carmín.
Buenos Aires insomne con café y con vino,
Payadora de amores con su nuevo decir,
Ya preñada de tango, sembrará en las plazas
Sus mensajes sublimes con siluetas de ocho,
En las noches de abril.



Haidé Daiban
dhdaiban@arnet.com.ar

Poesía y miniTextos de Cristina Villanueva



Quemadura

El café ha escrito algo sobre el pecho
Una pequeña navaja de calor, fundó la asimetría
Dibujo, pájaro, mariposa, misterio.



Mientras la linea roja está por echarse a volar

El otro se queda entre los encajes

de
su
corpiño

como debe ser-

El que recibió el signo ha descubierto
un paraíso de gotas dulces

En ese cielo los bebés, los hombres
y también las mujeres
que ofrendan sus pechos al hambre de la vida tienen una sonrisa.
Sí, esa sonrisa.


Ella no era atea de maravillas

Ella frota la maravillosa lámpara. Surge un genio alto y fuerte que se tiendea su lado ,se expande para olvidar la estrechez en que estuvo guardado tantotiempo, la roza apenas de mil y una formas y le dice:"No te preocupes tantoen pensar los deseos, esta vez van a ser más de tres"




El jardín que lleva al duelo y a la salida

Estoy escuchando, con un cierto dolor, las ramas del Ficus que caen. Esas hojas que alguno en no se qué reunión me preguntaba si lustro, las que se plateaban en la noche. Uno está solo con lo que pierde, pero puede compartirlo .Uno además no sabe casi nunca la verdad de la tristeza, lo cierto es que es una herida en mi paisaje .Una punta de mirada se va en ellas ¿es por el árbol o por mi? Tendré más luz y pasto, aunque se perderá algo de selva indomable en un pedacito pequeño de ciudad. Recuerdo a Marisa de Giorgo con sus jardines locos. El jardinero me lleva hacia la cordura, pero lo que está, insiste, vuelve a aparecer. Quedan las rosas de altura desmesuradas, algo inadaptado no se domestica tan fácil. De todas formas entra la luz, el sol
¿hay que animarse a cortar para ver mejor? quizá pida hora en la peluquería, todo depende.

Palermo Viejo

Los árboles le ponen su hombro verde a Cortázar
que trepa ,fuma y sueña.
Detrás del Laberinto,
hay un Borges con ganas de Rayuela,
vidente de portones y de lunas de enfrente.

La magia de Palermo ,está en el aire,
en las mujeres que vienen y van a la utopía,
en las vecinas acostumbradas a cuidarlo todo,
y en el enigma que guardan los jardines.

La magia de Palermo está en la plaza,
la murga ,las calles desperezándose de jazmines,
y el gusto de mirar a la fogata
cantarle en tangos –rojos al cemento.

La magia de Palermo está en los jóvenes
que envueltos en las vueltas de la noche
rondan en espirales la mañana

La magia de Palermo está en resistir,
festejar el encuentro del diario y el café,
del sol con el domingo,
en la esquina de Borges y Cortázar
donde todo se cuenta......
Y la memoria perdida de algún patio,
ya se está apalabrando historias por venir.

Locura a pétalos...

Llegó y dijo, hoy no soy Ernesto, soy el pintor loco. Los girasoles que traía parecían irreales por lo desmesurados. Eran como soles abiertos al delirio, ventanas del insomnio. Elegí el más grande de una belleza casi despavorida. Mi amiga me susurró:-vos siempre enloqueciendo a los hombres -.
Me brillaban los ojos que entraban y salían del mar inabarcable .
El malecón era como el borde de un sueño.Tiempo después olvidamos la belleza casi subversiva de las flores en la guardia del hospital donde lo dejamos. Me ayudó a sobrellevar la situación, saber que en el neuropsiquiátrico de Cuba lo iban a tratar bien, pero por sobre todo, lo que me decían mis amigas desde siempre, "ya vas a encontrar otro", si vos “volvés locos a los hombres.”


Celia


Celia buscó llena de esperanzas
El camino que los sueños prometieron a sus ansias

Supo de la lucha cruel y mucha.
y
Llegó a Buenos Aires a vocearse con la vida.

Caminando por sus calles fue encontrando los amigos.

Fue encontrando, la viajera, tesoros en cada esquina.
Fue encontrándose con Celias tan distintas y tan sabias.

Tanto fue lo que ella dio con su gracia madrileña.

Que se lleva la viajera
Amigos, risas y charlas

Que no caben en la valija de regreso para España.

Se lo lleva en las manos, la mirada y seguro que en el alma.
Esperemos que en la Aduana no la paren por exceso de alegrías

Y que nunca se le olviden, y la abrace como a un tango

Esta cosecha de amores que se lleva de Argentina.


Cristina Villanueva
pluma@velocom.com.ar

Poesía de Ricardo Mastrizzo


Bajo los ojos

Bajo los ojos

idas al olvido,
transpiran las cuerdas
alambradas de misterio y soledad
en una tabla
de fresno cansado
o del nogal noble de años

La música que avanza,
ardor en mezcla de azahares,
el poema en que vivo,
no cuestiona palabra ni nombre.




***


La puerta que abro
a los ojos del silbo,
a los pies de mi caballo,
al correr noble de mis perros
leales
cuando llego,
hacen del horizonte
una muerte lejos del mundo
que no conozco.
Allá, donde la sabiduría
de quienes quieren contener
mi libertad amada y armada,
para que no cante
digo basta.




***


AMONTONADOS


Allí asustados miran agrupados,
movidos por el bronce,
la pluma,
los huesos.
Olor brillante,
motín del océano,
amontonado.
Ocre pasivo,
suelo
y sueltas de pájaros.
Un gorrión que imita el canto
de su propio latido.
La pintura desluce en los años
y la cobardía firma con rúbrica humana.
Es tiempo de dejar las piedras,
bajarlas de la espalda.
Amotinar y amontonar
recuerdos depurados,
como al diamante de su barro.
La red platea de peces y las gaviotas
esperan allí
un naufragio de sangre.



***


Se ahogó en el río
la luna,
y en una
túnica
del cielo, bajaron a nacer
los peces.




***


El abrazo queda vibrando
entre la calma y la partida.
Es el abrazo
de las palabras,
entre la penumbra y el día,
y quedamos tendidos
hasta la comarca del verso.



Ricardo D. Mastrizzo
ricardomastrizzo@yahoo.com.ar

Eduardo Lucio Molina y Vedia: Mishi

Mishi

Tigrillo del alba,
asciéndeme desnudo,
lame mi cuello,
acaríciame
con zarpas recogidas.
Seamos cordillera de dulzura,
camino abierto
a recovas de silencio.
Meditación de los cuerpos
sin rituales ni historia,
a contraolvido.
Nada importa
libertad de la ternura.
Albo tigrillo
(salto, garras, fauces),
blanca flecha abalanzada,
cruzas como rayo
confinados recintos.


Lento en la ofrenda,
tu tributo es la rama dorada.
la verde rama inmaterial
que nimba sueños germinales.
Puente de las caricias,
bálsamo de la herida abierta,
eres la piel que vuelve a unir
manos desasidas.
Dulce fiera
en miniatura domada,
buscas las cornisas abismales
y persigues los míseros ratones.
No celebras el trofeo de caza
(manoteas el despojo y lo abandonas).
Aura de lo que no fue,
signo interrogante.
Poner la vida quedó lejos.
Ya no cebo ni presas,
juguetes,
somos tú y yo.
Una noche
te irás por los techos
para no volver.



Eduardo Lucio Molina y Vedia
de "Río Mar Adentro"
© 2004, Eduardo Lucio Molina y Vedia
eduluc_2000@yahoo.com.mx
evaedu@prodigy.net.mx
5 674 9184 (Ciudad de México)

Desde Italia: Un cuento de Silvia Favaretto


Adam&Evelyn
Por Silvia Favaretto

Adam
Yo lo sabía, sabía perfectamente que tenía que terminar así. Hace tres años que la amo, locamente, más allá de cada posibilidad humana, pero no alcanza. No me alcanzó nunca. El hecho de que no me pueda ver, su ceguera, me ha frustrado siempre: una cara increíblemente bonita y unos ojos apagados, sin posibilidad de reconocerse, de reconocerme en una imagen. Quién no conoce su propio rostro no tiene por qué temerle a la muerte. Y ella era así, hermosa, valiente, y ciega.

Evelyn
Supe, desde el primer momento en que tomó mi mano, que estaríamos juntos toda la vida. Mis manos, mis pequeñas manos desgastadas, mi único modo de divisar la vida, los rasgos de las personas, la consistencia de las cosas. Él las tomó entre las suyas. Como si por primera vez hubiera visto luz en la oscuridad que desde siempre me circunda, lo percibí. Su voz fue eso, el elemento más cercano a la luz que conozco y que soy capaz de percibir: la tibieza. Luminoso fue, y así lo imagino, el aliento que tuvo que salir de sus labios. Él me hablaba y yo resplandecía de luz reflejada, aún encerrada en mi oscuridad.

Adam
Han sido tres años de revelación con ella. No habría pensado nunca que una chica no vidente me haría divisar los matices más intensos de todas las cosas. Describirle los colores de las flores, la forma de los caracoles, me ha permitido verlos de veras, por primera vez. Y ella no sabía siquiera que era tan bonita, tan maravillosamente perfecta, en los rasgos. Besarla fue un impulso irresistible, desde el principio, probarla, saber su gusto. Rozar los labios sobre aquellos párpados cerrados, silentes. Fue así que empecé a querer su cuerpo, a advertirlo indispensable para calmar mi ansiedad.

Evelyn
Con él fue la primera vez. No me asustó no verlo, sentí su cuerpo cerca, reconocí su olor, acaricié sus brazos sin temor, me dejé envolver en la sinfonía de su carne. Mi cuerpo nació con él, en aquel entonces. Creí hasta ver el minúsculo estallido de estrellas en la pelvis, un estremecimiento interior como una danza en las venas.

Adam
La muerte no nos tiene que separar. He desgarrado los análisis cuando ella me los pasó, para que los leyera en voz alta. No le dije nada, pero entendió igual. Percibe que lloro sin ver las lágrimas bajar, aunque yo no emita un sonido. Es impresionante. Sonríe y me abraza con la aceptación de quien se lo ha esperado toda la vida. El odio que siento es tan fuerte que tengo miedo de mí. Ella me tranquiliza, me besa, me lame el cuello, hacemos el amor.

Evelyn
Pobre pequeño amado mío, no ha tenido el ánimo de leerme los análisis, pero yo ya lo sabía. Al cuerpo que él me ha hecho reconocer, lo percibo ahora en cada latitud de su superficie. Lo había entendido desde hace tiempo, sólo esperé que la piel no se arrugara, quise quedar intacta para él, porque este cuerpo no es mío, es suyo, se lo debo. No me importa morir. Lo que me fastidia es que muera el cuerpo que, en cambio, debería continuar vivo, con él, por él, como si fuera un trozo de sus elementos. No quiero esperar a volverme fea, quiero que la ceguera también tome el alma, pero que ocurra cuando mi carne todavía es suya, porque le corresponde.

Adam
La aprieto como si la quisiera ahogar y me da rabia, rabia de que se la lleven. No sé qué pecado cometí, pero no creo que merezcamos esto. Ella es paciente. Sólo, me dice, no permitas que este cuerpo que te he donado caiga en ruinas. Me sonríe y me hace una propuesta. Miro sus senos, su barriga blanda, las caderas claras, quedo impasible, la observo.

Evelyn
Sabía que aceptaría, él mismo sabe que es la única forma. De otro modo sería un desperdicio inadmisible. Yo soy suya, tengo que seguir siéndolo. Quiero vivir en él, respirar desde sus narices, observar, a lo mejor, el mundo, tras el cristal límpido de sus ojos. Quiero sentirme en la tibieza de su abrazo carnal y no en la tierra helada, bajo una lápida en un cementerio que no he visto nunca. Él es la única cueva conocida por mis ojos, en su tibieza reconozco mi casa, el lugar dónde quiero vivir para siempre."

Adam
Debió ser así, no tuvimos otra elección. No podría permitir que la enterraran lejos de mí, no podría pensar nunca en su piel clara pudriéndose al frío, sin poder tenerla. Lo elegimos juntos. Sólo insistió en que quería estar consciente cuando empezara. Los primeros mordiscos le arrancaron algún quejido pero repetía "te amo, te amo". Mientras yo más hundía los dientes y tragaba, más sonreía ella, temblando. La alfombra se inundó de sangre y yo la quería como nunca, aún más de lo que podría creer, la quise al punto de devorarla, de insertarla en mi cuerpo porque sólo así estaría en su verdadera morada, para siempre. Lejos de todos, mía, viviendo en mí.


Evelyn
Lejos de quién pudo separarme de él, ahora seré siempre, continuamente, sangre de su sangre, carne de su carne. Tampoco la muerte nos separará.

Silvia Favaretto
silviafava@inwind.it
sitios personales:
www.silviafavaretto.altervista.org
www.elativo.com/silviafavaretto